Corrupción en la NASA: Donald Trump nombrará administrador a Jared Isaacman
La NASA, como buen ente público, no está exenta de casos de corrupción. Aunque en la mayoría de casos, no se trata de casos ilegales, si no de lobbys saliéndose con la suya. Siendo el SLS y buena parte de todo lo asociado al programa Artemisa y una buena muestra de ello. Sin ser actos ilegales, se incurren en casos como los motores de transbordador espacial, que eran propiedad de la NASA, que después de ser reformados por Aerojet Rocketdyne, por lo cual se les pagó, fueron recomprados por más de doscientos millones de dólares la unidad.
Un administrador astronauta
Esto es una tónica no infrecuente en la NASA, un ex astronauta sube por la escala ejecutiva o es amigo de un presidente, y acaba dirigiendo la agencia. Sin embargo, hasta ahora siempre habían sido astronautas propios, no un extraño.
Jared Isaacman es veterano de dos misiones espaciales con otras tantas programadas dentro de su programa espacial privado llamado Polaris. En él se realizan experimentos e incluso el primer paseo espacial de astronautas no pertenecientes a una agencia espacial. La terminología adecuada para referirse a los vuelos de este multimillonario es compleja. Aunque existe consenso entre la comunidad que tanto los tres vuelos del programa como el anterior llamado Inspiration 4 van mucho más allá del turismo espacial y esa clasificación es despectiva hacía sus protagonistas.
Corrupción a dedazo
El administrador de la NASA es un puesto de libre designación por parte del presidente de los Estados Unidos. Por tanto, la corrupción en escoger al director de la NASA siempre existe. Por ejemplo, el anterior administrador, Bill Nelson, recibió el puesto en parte por sus años de servicio al partido demócrata. El anterior, Jim Bridestine, también lo recibió por dedicación a los republicanos en el primer mandato de Donald Trump. El nombramiento de este particularmente levantó una importante polvareda en su momento por ser el primer elegido para el puesto sin relación con la NASA, aunque resultó ser todo un acierto con grandes resultados y decisiones y el cariño de la comunidad en su conjunto al marcharse. Incluso hasta hace escasas semanas participó en el equipo que estaba rediseñando la totalmente fuera de control misión de retorno de muestras de Marte.
El nombramiento de Jared Isaacman amenaza con corrupción de índole personal, el elegido tiene un pequeño enfrentamiento con la agencia desde hace algún tiempo. Dentro del programa Polaris, una de las misiones que se anunciaron fue la de acercarse al telescopio espacial Hubble y elevar su órbita, quizá incluso realizar reparaciones menores.
Sin embargo, la NASA acabó rechazando la propuesta que no habría costado un dólar al erario público al ser costeada enteramente por el ahora escogido para dirigir la agencia. Cabría esperar tras este anuncio, suponiendo que logre superar la audiencia de confirmación en el senado donde el partido republicano (el del presidente Trump) tiene mayoría.
La temida mano de Elon Musk detrás
Incluso antes de las elecciones, y de la decisiva victoria lograda por Donald Trump alcanzando el control de los tres órganos de poder de Washington D.C. ya se temía el ascendente que estaba logrando Elon Musk sobre el futuro presidente. Preocupa el poder que puede alcanzar el sudafricano sobre la NASA. Más cuando hacía meses se hablaba de lo contrario, su relación, demasiado cercana para algunos, con Rusia y China ponía en peligro su control de SpaceX.
Ahora se confirman los peores temores, y Elon Musk podría boicotear otros programas que no beneficien directamente a SpaceX. Más cuando el también multimillonario Jared Isaacman, es su amigo personal. En parte a raíz de los cientos de millones que paga a los de Hawthorne para realizar sus vuelos espaciales del programa Polaris.
Esta entrada fue modificada por última vez en 04/12/2024 19:20