Problemas graves en el espacio: nave espacial se pierde a 300 000 km de la Tierra

Vista de la Tierra desde el espacio con la nave perdida parcialmente iluminada en primer plano

El sueño de la minería espacial ha sufrido un duro revés. La empresa AstroForge, que busca extraer metales preciosos de los asteroides, lanzó el 26 de febrero su nave Odin a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX. Su objetivo era sobrevolar la Luna y dirigirse hacia el asteroide 2022 OB5. Sin embargo, graves problemas técnicos han dejado la misión en una situación crítica.

Odin a bordo del Falcon 9 de SpaceX

Un inicio prometedor que se truncó rápidamente

El lanzamiento de Odin comenzó sin inconvenientes. La nave se separó con éxito del Falcon 9 y encendió sus sistemas. No obstante, poco después de su despegue, la comunicación con la nave se volvió inestable. Según informó AstroForge, la antena de Odin presentó una polarización incorrecta, un error inesperado pese a las pruebas previas realizadas en Tierra.

Este fallo impidió el envío y recepción de datos durante las primeras cuatro horas de la misión. Adicionalmente, la incertidumbre sobre el estado del amplificador de potencia agravó la situación, ya que sin él era imposible obtener telemetría de la nave.

A pesar del silencio prolongado, un inesperado destello de esperanza surgió cuando la red de satélites amateur AmSat captó una señal de 13 segundos coincidente con la de Odin. Esto confirmó que la nave seguía operativa y que sus baterías habían logrado recargarse con energía solar, lo que indicaba que, al menos, no se había quedado sin energía.

Sin embargo, el análisis posterior reveló que Odin había entrado en una lenta rotación. Fotografías de su separación captadas por la nave Athena de Intuitive Machines confirmaron que el artefacto estaba girando en el espacio, aunque no a una velocidad que explicara la pérdida total de comunicación.

Foto de Athena de Intuitive Machines

Un desafío de interferencias

El equipo de AstroForge detectó otro problema grave: una fuerte interferencia de señal bloqueaba las transmisiones con Odin. La potente señal de subida estaba afectando la recepción, lo que impedía escuchar cualquier respuesta de la nave. “Es como intentar escuchar un susurro en una habitación donde la música suena a todo volumen“, explicaron desde la empresa.

AmSat , una red de satélites amateur que ni siquiera la estaba buscando, les ayudó encontrando una señal potente que coincidía con la de Odin.

Actualmente, Odin sigue alejándose de la Tierra, y los intentos por restablecer el contacto continúan. Aunque las probabilidades son bajas, AstroForge no se rinde y sigue intentando reestablecer la comunicación. “El espacio es implacable, pero solo se mejora con la práctica y la perseverancia“, concluyó el equipo.

Este incidente subraya los enormes desafíos de la exploración privada del espacio profundo y la fragilidad de los sistemas en misiones de alta complejidad. Aunque la minería de asteroides sigue siendo una meta ambiciosa, la historia de Odin es un recordatorio de que cada intento es una lección en la conquista del cosmos.

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