El 12 de julio de este año se quebró un mito, la excelencia del Falcon 9. Hasta entonces, la última versión del cohete más importante para los de Hawthorne había volado con un 100% de éxito. Conviene señalar que hablamos de la última versión, pero es que esta poco o nada compartía ya con el Block 1 original.
El Block 5 fue la cristalización del desarrollo de SpaceX, y es la que más éxitos ha reportado a la empresa, siendo por ejemplo la encargada de lanzar, exclusivamente, las misiones tripuladas de la NASA. Su fallo en julio fue recibido con asombro, era la primera vez en más de cinco años que el Falcon 9 presentaba problemas.
A veces las máquinas más complejas fallan por los problemas más sencillos. En este caso, un sensor diseñado para prevenir problemas más serios se rompió y provocó una fuga de oxígeno líquido. La solución al problema en principio fue eliminar de pleno el sensor mientras se rediseñaba. Teniendo en cuenta el tiempo transcurrido podría haberse tratado de la nueva versión del sensor. Pero esto es especulación dado que SpaceX no ha hecho más comentarios que informar del problema del Falcon 9 y que se quedaba en tierra mientras durase la investigación.
La última investigación fue inicialmente forzada por la Agencia Federal de Aviación, la cual acaba de publicar una escueta nota de prensa informando que requerían una investigación sobre este incidente.
Esta vez la misión que empleó la segunda etapa fallida, la tripulada Crew 9, llegó a órbita correctamente. Sin embargo, en el encendido de deorbitado apareció el problema y la etapa acabó cayendo fuera de la zona de seguridad aprobada.
Esta entrada fue modificada por última vez en 30/09/2024 22:53
Jefe de sección Actividad Aeroespacial. Especialista en el programa espacial indio. Universidad de Oviedo.