Durante lo que era un lanzamiento rutinario del cohete New Sephard se ha producido un aborto en vuelo. Esta misión NS-23 transcurría con cierta excepcionalidad al ser el primer vuelo en más de un año sin tripulación.
El incidente se ha producido tras atravesar el momento de máxima presión aerodinámica. En este punto el cohete se encuentra volando bajo aún en la atmósfera. Y aunque su velocidad no deja de aumentar la densidad atmosférica decrece a mayor ritmo. Es por esto que tras este punto el cohete acelera su motor BE-3.
Al volver a acelerar hemos visto esta fascinante escena.
El sistema de aborto en vuelo se desarrolló con las misiones tripuladas en mente. Pero, en este caso ha puesto a salvo la cápsula y la carga científica que transportaba.
En estos momentos la información es escasa y poco fiable. Sin embargo se ha visto una fuerte llamarada salir del fondo del cohete. Tras esto el motor de combustible sólido que equipa el sistema de aborto al lanzamiento se ha activado.
Tras apagarse el motor de aborto los paracaídas se han desplegado nominalmente. Y la cápsula ha aterrizado en perfecto estado .