Desde que se lanzase la comisión Agustine bajo el mandato de la administración Obama, que canceló el programa Constellation, hasta hoy han pasado 13 años, 3 meses y 7 días. Aquel aciago día moría un sueño. Pero ese sueño era un sueño corrupto. No debemos olvidar que el programa Constellation estaba completa y absolutamente fuera de control. Los límites presupuestarios y los calendarios habían saltado por los aires de forma reiterada y no parecía haber solución a tal despropósito.
Los días de gasto sin control para llegar a la Luna habían quedado muchas décadas atrás y a mucha gente se le olvidó. Ya diez años antes, se había cancelado un proyecto muy ambicioso de la NASA con mucho más construido que lo que había de los cohetes Ares en aquel momento. ¿La causa de que hoy día no veamos volar un transbordador espacial mucho más avanzado que el original? El dinero (y también un exceso de ambición de los ingenieros).
Después de la cancelación del Constellation, llegó la travesía por el desierto. Durante 11 meses, desde febrero de 2010, cancelación oficial del programa hasta enero de 2011, cuando se puso la primera piedra para el SLS, la NASA no diseñaría ningún cohete. Pero como decimos, llegó la luz al final del túnel, el Space Launch Sistem.
El SLS es un cohete monstruosamente grande, en la actualidad solo se ve superado por la Starship de SpaceX. Aún así, este es un cohete dedicado a la exploración tripulada de Marte, no de la Luna como el SLS. Si miramos en la serie histórica únicamente es superado por el Saturno V y el N1, dos cohetes que también estaban enfocados a la Luna.
El SLS es un cohete de 2,5 etapas. Tiene dos aceleradores laterales de combustible sólido. Estos cohetes son derivados directamente del transbordador espacial, solo que están extendidos. Gracias a la modularidad de estos cohetes se les ha añadido un segmento lo que les supone un aumento en la potencia de un 20%. Al final estos motores consumen 6 toneladas de combustible cada segundo.
Aún así, estos cohetes empujan con un máximo de 16 013,6 kN durante 132 segundos según informa la empresa Northop Grumman fabricante de los motores.
Después de los aceleradores llegamos a la etapa principal. La mayor parte de los retrasos y sobrecostes de este cohete vienen de esta sección. Pese a basarse en el tanque del transbordador esta etapa es sustancialmente más grande. La core stage mide 64,16 metros de altura por 8,4 de ancho. Las dimensiones del tanque exterior del transbordador eran de 46,9 metros de altura por 8,4 de ancho.
Puede no parecer mucha diferencia, pero, se requirió de nuevas instalaciones, nuevos procedimientos, nueva maquinaria. Esta etapa es la más grande jamás construida para un cohete espacial. Además, se produjo otro cambio sustancial, mientras que en el transbordador los motores principales estaban en la lanzadera ahora están debajo de los tanques de combustible.
Esto hace que haya que rediseñar grandes secciones de la etapa para que puedan soportar el empuje de los cuatros motores RS-25. Estos motores provienen también del transbordador espacial. Siendo el más veterano de ellos el denominado E-2045 que ha acumulado 12 vuelos desde 1998. Todos estos motores son RS-25 D, versiones ligeramente adaptadas de los tiempos del transbordador. Sin embargo, a futuro se evolucionará hasta el modelo E nuevos motores fabricados exprofeso para el SLS. Estos traerán nuevas modificaciones que simplificarán el diseño y mejorarán ligeramente las prestaciones. Pero no se esperan grandes evoluciones, estos motores datan de 1976, cuando se congelo su diseño. Desde entonces ya ha sufrido modificaciones desde la electrónica hasta los materiales. Por eso las mejoras que se le puedan hacer son ya limitadas.
El único motor restante del SLS es otro veterano, el RL-10 data de 1959, fecha de su primera ignición en tierra. Estos motores han volado en una cantidad tan grande de cohetes que es imposible nombrarlos todos. Sin embargo, es reseñable el papel que han tenido siempre, unidos a la etapa Centaur. Esta etapa siempre ha representado las intenciones de EEUU más allá de la orbita terrestre. Tal es el punto de ello que se llegó a plantear emplearla en conjunto con el Transbordador Espacial para lanzar misiones interplanetarias. El vuelo inaugural de la 5ª iteración numérica de esta llevará a la Luna la primera sonda del programa CLPS. Ayudada como no, por dos motores RL-10.
Debido a su larga historia este motor ha recibido múltiples mejoras y versiones. Por ejemplo, pese haber sido con el objetivo de ser muy eficiente, reñido con potencia en motores cohete. Este cohete ha sido propuesto y empleado para propulsar lanzadores desde tierra.
La versión que empleará, de momento, el SLS será la RL10B-2. Cuando la actual etapa superior sea reemplazada por la definitiva EUS se cambiará a la versión RL10C-3 y cuando este disponible, la RL10C-X.
Un cohete que no lanza nada no tiene sentido, en el caso del SLS su carga será casi seguro únicamente la capsula Orion. Esta cápsula es heredada del programa Constellation, en parte. Será la encargada de mantener a una tripulación de 4 astronautas en el hostil espacio exterior. Sus especificaciones han mermado notablemente desde la original. Pero quizá la principal diferencia es que el elemental módulo de servicio este fabricado por Europa.
Como parte del trato de mantener la ISS operativa más allá de 2020 la ESA aceptó retirar el ATV. Este transporte permitía llevar víveres hasta la ISS. Es de esta nave automática que deriva el ESM, siglas en inglés de módulo de servicio europeo. Esta sección de la Orion es en la que se halla la propulsión, los sistemas de soporte vital y los de generación eléctrica.
Soy un apasionado del espacio que nunca vio despegar el Saturno V. Como yo, hay muchos en todo el mundo, el SLS es un cambio de época. Vamos a la Luna, con un plan serio para quedarnos. Esto es lo que mucha gente lleva esperando los cincuenta años que han pasado desde que la tripulación del Apollo 17 volviera desde ese lugar tan cercano y a la vez lejano. Los 384 000 kilómetros que separan a la humanidad de la reina de la noche, están hoy más cerca de lo que nunca han estado desde aquel momento.
Esta entrada fue modificada por última vez en 26/09/2022 11:11
Jefe de sección Actividad Aeroespacial. Especialista en el programa espacial indio. Universidad de Oviedo.