Cosmos

BepiColombo captura en gran detalle los cráteres de Mercurio que guardan grandes secretos

La sonda Bepi Colombo envía sus más recientes postales por su último sobrevuelo por Mercurio. A pesar de haber enfrentado problemas de propulsión y necesitar una corrección en su plan de vuelo, la nave muestra una vez más el desolado panorama del planeta más cercano al Sol. En las observaciones aparecen cráteres que esconden grandes secretos.

Fotografía del polo norte de Mercurio con cuatro cráteres de sombra perpetua. Créditos: ESA/BepiColombo/MTM.

Vuelo rasante

A tan solo 295 kilómetros de altura sobre el polo norte de mercurio sobrevoló la sonda Bepi Colombo, un programa de la Agencia Espacial Europea y la Agencia Japonesa de Exploración Espacial. A las 6:59 CET del 8 de enero se encontraba en su punto de máxima aproximación, el cual tuvo lugar en la parte nocturna. Minutos después de emerger de la sombra, activó sus cámaras e instrumentos, estudiando la parte septentrional del planeta.

Este sobrevuelo es el sexto y último de una serie de asistencias gravitacionales para igualar la órbita de Mercurio, reduciendo así la cantidad de combustible necesaria y aumentando la carga útil. La inserción orbital está actualmente planeada para finales de 2026, esto al ser retrasada por problemas con la generación de energía y sus consecuencias en la propulsión iónica de la sonda.

Hasta la fecha, solo una sonda ha estado en órbita alrededor de Mercurio. MESSENGER en su momento creó el mayor archivo de datos relacionados con el planeta, entre otras cosas un mapa extensivo del relieve global. Debido a las limitaciones tecnológicas de los instrumentos y otros factores, Mercurio todavía oculta muchos misterios en su superficie.

Cráteres de sombra perpetua

Al salir de la sombra del planeta y exponer los paneles solares al Sol, la sonda podía activar los instrumentos y cámaras para observar el planeta. M-Cam 1 fue la primera en capturar fotografías, cuando Bepi Colombo sobrevolaba el terminador, la zona donde se divide el día y la noche. En esta parte del polo norte se encuentran cráteres donde la sombra es permanente. La ausencia total de calor de la estrella provoca que estas regiones sean de las más frías conocidas en el sistema solar. En principio, las bajas temperaturas permitirían la existencia de extensos depósitos de agua congelada.

Profokiev, Kandinsky, Tolkien y Gordimer son ejemplos representativos de los cráteres de sombra perpetua.

Borealis Planitia es la planicie más grande de Mercurio. En esta región la lava inundó cráteres antiguos, hasta solidificarse y suavizar considerablemente el terreno. En esta aparecieron numerosas arrugas presuntamente creadas por la contracción del planeta al enfriarse su interior. Aquellos cráteres con bordes suficientemente altos sobrevivieron la inundación y todavía se alzan sobre la planicie, tal como Mendelssohn.

En la parte inferior izquierda de la fotografía destaca la cuenca Caloris, el mayor cráter de impacto de todo el planeta.

Borealis Planitia en Mercurio. Créditos: ESA/BepiColombo/MTM.

A pesar de la considerablemente oscura superficie, más que la Luna, hay distintas características que resaltan por una tonalidad más brillante. Eventos como erupciones volcánicas o impactos de meteoritos extraen material de las capas interiores del planeta a la superficie, creando extensas regiones que resaltan sobre su entorno.

Regiones brillantes de material joven en la superficie de Mercurio. Créditos: ESA/BepiColombo/MTM.

En el horizonte, sobre la parte superior de la imagen, destaca una zona brillante conocida como Nathair Facula. En esta región tuvo lugar la mayor explosión volcánica en mercurio de la cual se tiene registro. Al menos tres eventos de similar magnitud ocurrieron en el mismo punto.

Esta entrada fue modificada por última vez en 09/01/2025 21:59

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Francisco Andrés Forero Daza

Jefe de sección Cosmos. Especialista del programa lunar Apollo, mecánica celeste e impresión 3D. Universidad Nacional de Colombia.