El agujero negro estudiado, que se ve tal y como era tan solo 400 millones de años después del Big Bang, podría ayudar a explicar cómo los agujeros negros supermasivos crecieron tan rápidamente, informó el medio Space. Además, el descubrimiento podría suponer un gran avance en la comprensión de cómo los agujeros negros supermasivos alcanzaron masas equivalentes a millones o miles de millones de veces la del Sol en los inicios del Universo.
El fenómeno se encuentra en la antigua galaxia GN-z11, que está a 13.400 millones de años luz. El agujero negro en sí es unos seis millones de veces más masivo que el Sol y parece estar alimentándose de materia de su galaxia circundante cinco veces más rápido que el límite sugerido por las teorías actuales.
Roberto Maiolino, del Departamento de Física de la Universidad de Cambridge y jefe del equipo de investigación, describió el descubrimiento como «un avance gigantesco» para la ciencia de los agujeros negros.