El Telescopio Espacial James Webb sigue sorprendiéndonos con su capacidad de observar el universo en longitudes del infrarrojo. Gracias a sus espejos bañados en oro y su increíble espejo de 18 segmentos hexagonales y un diámetro equivalente a 6.5 metros, ha llevado el estudio del universo a un nuevo nivel nunca visto. El 14 de marzo la NASA realizó un directo donde revelaba la más reciente captura del telescopio, donde nos muestra una de las estrellas más increíbles, luminosas e interesantes que conocemos, las llamadas Wolf-Rayet.
Las estrellas son enormes bolas de plasma a gran temperatura, estas cuentan con gran variedad de tamaños, masas, temperaturas y colores. Dado el delicado equilibrio necesario para que estas puedan ser estables, existen ejemplares especiales donde la estabilidad se pierde. Un tipo específico de esto son las llamadas estrellas Wolf-Rayet. Son aquellas que cuentan con gran masa y temperatura (entre 25 000 y 50 000 Kelvin), pero sometidas a muy fuertes vientos estelares.
Dada su variabilidad y enormes distancias, su estudio había estado muy limitado a unos cuantos especímenes, uno de los más notables es WR 124 con treinta veces la masa del Sol y se encuentra en dirección de la constelación de Sagitario a una distancia de 15 000 años luz de la Tierra. Las estrellas más masivas en su proceso de muerte pasan por grandes cambios previos a morir como supernova, solamente algunas de ellas pasan por la fase de Wolf-Rayet, misma por la cual expulsan sus capas exteriores.
El pasado junio de 2022 el telescopio James Webb apuntó sus instrumentos hacia WR 124 y nos ofrece una nueva perspectiva sin precedentes. WR 125 ya ha expulsado en equivalente en masa a diez veces la del Sol. Estos gases al dispersarse y alejarse mueven sus líneas de emisión del ultravioleta al infrarrojo. Estudiar el material liberado es de gran interés para poder comprender los procesos de muerte estelar y la fuente de material para nuevas estructuras y futuras generaciones de estrellas y planetas.
El instrumento NIRCam logra arreglar el contraste entre el débil polvo y gas dispersado con el brillante núcleo. Mientras tanto, MIRI revela las estructuras de la nebulosa creada a partir del material eyectado, evidenciando la forma turbulenta en la que es disparado.
Antes de las observaciones de Webb no se tenía el suficiente detalle para estudiar correctamente el ambiente cercano a uno de los mayores productores de polvo. Una gran gama de nuevas posibilidades de estudio sobre su distribución y abundancia en el universo se abren para los investigadores, quienes creen poder encontrar solución a la discrepancia entre los datos teóricos y experimentales en la cantidad de polvo.
También sirven como análogos para comprender los procesos de muerte estelar que acompañaron a las primeras generaciones de estrellas y como estos moldearon el futuro del universo. Así como la formación de elementos en los núcleos y su consiguiente dispersión de materiales por supernovas. El trabajo de entender todo lo que nos rodea va a grandes pasos con los presentes y futuros telescopios espaciales.
Esta entrada fue modificada por última vez en 14/03/2023 20:31
Jefe de sección Cosmos. Especialista del programa lunar Apollo, mecánica celeste e impresión 3D. Universidad Nacional de Colombia.