La mayoría de los planetas fuera de nuestro sistema solar son demasiado débiles en comparación con su estrella madre para que podamos ver si tienen auroras. Pero los científicos descubrieron recientemente una enana marrón (un objeto mayor que un planeta pero no lo suficientemente grande como para arder como una estrella) a 18 años luz de la Tierra que se cree que tiene una aurora roja brillante. Esto plantea la posibilidad de descubrir otros exoplanetas con atmósferas y campos magnéticos que tengan sus propias auroras.
Estos descubrimientos son emocionantes y hermosos, pero también son útiles desde el punto de vista científico. Investigar las auroras ofrece a los científicos pistas tentadoras sobre el entorno magnético y de partículas de un planeta y podría ayudarnos a comprender mejor cómo interactúan las partículas cargadas y los campos magnéticos. Incluso podría desvelar las respuestas a otros problemas físicos, como la fusión nuclear.