Marte es, sin duda, una de las joyas más fascinantes que orbitan alrededor del Sol.
Puede que no sea tan espectacular como los gigantes gaseosos, pero dado que es el próximo objetivo de la humanidad para las misiones tripuladas, ocupa un lugar especial en todos nuestros corazones.
La estimación más optimista es que los humanos llegarán a él a finales de esta década, pero la realidad es que probablemente no cumpliremos ese plazo.
Así que hasta que tengamos la oportunidad de experimentar por nosotros mismos y de primera mano el terreno, tendremos que conformarnos con la información enviada por las numerosas máquinas actualmente desplegadas en su superficie y en órbita.
El Mars Reconnaissance Orbiter y su cámara HiRISE envían un flujo constante de imágenes e información.
Como aún queda mucho para que un hombre pise la superficie marciana, vamos a deleitarnos con las impresionantes capturas que hacen sondas y rovers sobre el planeta rojo.
El regalo de hoy es un cráter de impacto, uno de los muchos que marcan la superficie del planeta desierto. Se muestra en una imagen tomada en marzo de 2020 (y publicada recientemente por la NASA y la Universidad de Arizona) por el HiRISE desde una altitud de 269 km (167 millas).
Los científicos lo describen como un cráter bastante joven en sentido geológico, aunque no se menciona lo que esto podría significar. Debido a su edad relativamente temprana, sus laderas son aún bastante visibles y profundas, no están erosionadas por los procesos de la superficie.
El cráter se encuentra en la región de Meridiani Planum del planeta, justo al sur del Ecuador, un lugar en el que, según los científicos, se puede encontrar algo llamado hematita gris cristalina, un posible signo de la presencia de fuentes termales y agua líquida en algún momento del pasado del planeta.
Meridiani Planum es el lugar donde aterrizó el rover Opportunity en 2004.
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