La misión Chang’e 6 es una de las más complejas que se han realizado en la historia de la exploración lunar. Su objetivo es recolectar y transportar muestras del lado oculto de la Luna a la Tierra. Poco más de un mes después de su lanzamiento, la agencia espacial china compartió al público varios videos, entre ellos el momento del aterrizaje, el despegue desde el satélite natural y próximamente el acoplamiento orbital.
Posteriormente, el 3 de mayo de 2024, despegó a bordo de un Long March 5 la sonda Chang’e 6. Emprendió una órbita conocida como inyección translunar, que la dirige directamente hacia la Luna. Una vez allá ejecutó una campaña de modificación orbital hasta descender a una que le permita al módulo de descenso alcanzar el destino con mayor facilidad.
El sábado 1 de junio, a las 22:23 UTC, Chang’e 6 aterrizó con éxito en la cuenca del Polo Sur-Aitken, en el lado oculto de la Luna. A lo largo de dos días realizó actividades de excavación, transporte y almacenamiento de las muestras de regolito.
Al cabo de 48 horas y 15 minutos, desplegar un rover y capturar una increíble fotografía, y obtener algunas panorámicas del lugar, el módulo de ascenso encendió su motor y despegó a las 22:38. Seis minutos después entró en una órbita predefinida a la espera de acoplarse con el módulo orbital, encargado de llevar las muestras a la Tierra.
Es importante entender la diferencia entre el comportamiento de un motor cohete en la atmósfera y en el espacio. En el primer escenario, existe un fluido externo que ejerce una presión sobre el gas disparado, y en el caso de la Tierra el oxígeno puede reaccionar con el combustible sobrante en los motores líquidos.
Por otro lado, en el vacío del espacio o la superficie lunar, los gases no son confinados a una pluma. En cambio, buscan y consiguen expandirse a gran velocidad. Esto provoca una caída súbita en la densidad del gas y por ende una pérdida de empuje al tocar el suelo.
Este es el motivo por el cual, en el video del aterrizaje, o en el despegue desde la Luna, que, primero, no se ven los gases expulsados y, segundo, no se produce un cráter debajo del motor, en cambio, solo una pequeña parte del regolito superior es afectado.
Tal explicación es válida tanto para las sondas chinas no tripuladas, como para el módulo lunar del Apolo.
Al final de la estadía en la superficie, las naves espaciales, bien sea Chang’e 5, 6 o el módulo lunar, encienden el motor de ascenso hasta llegar a órbita lunar. Posteriormente, el módulo de ascenso se acopla con otra nave, donde la carga o la tripulación es transferida para regresar a la Tierra.
Esta entrada fue modificada por última vez en 05/06/2024 22:31
Jefe de sección Cosmos. Especialista del programa lunar Apollo, mecánica celeste e impresión 3D. Universidad Nacional de Colombia.