El Sol es el protagonista de las noticias de los últimos días tras la sorpresiva tormenta geomagnética extrema que mostró auroras en lugares inesperados, un evento sin precedentes desde hace dos décadas. La estrella, a pesar de faltar aproximadamente un año para el pico de mayor actividad, vuelve a superarse y produce la mayor llamarada solar de todo el ciclo actual y genera fuertes afectaciones a las comunicaciones sobre América y España.
El pasado 10 de mayo, a las 8:54, el Sol emitió una fuerte llamarada solar de categoría X3.9. Es decir, una súbita e intensa liberación de energía catalogada por X, según su magnitud, y 3.9, según la fuerza dentro de ciertos parámetros. A pesar de ser un evento relativamente común, se tenían las condiciones ideales para producir una tormenta geomagnética extrema.
Si bien había pronósticos iniciales para posibles observaciones de auroras boreales y australes no se esperaba una evolución de tal magnitud que permitiría no solo ver estos despliegues de luces sobre España, sino también registros en el norte de México. Una serie de insólitas apariciones en regiones cercanas al ecuador.
Las auroras, en su inesperada aparición en estos lugares, generaron un gran eco en todas las redes sociales, convirtiéndose en unas de las más mediáticas de toda la historia. Sirviendo además como punto de partida para discutir sobre los efectos del Sol en la Tierra, así como su importancia como la principal fuente de energía del planeta.
Actualmente, el Sol se encuentra en el Ciclo 25 de una serie de cambios en un periodo de once años donde la actividad de la estrella cambia considerablemente. Los principales, pero no únicos, aspectos son una mayor proliferación de manchas solares y agujeros coronales, a su vez, estos ofrecen menor resistencia a las llamaradas solares y eyecciones de masa.
Aproximadamente a un año de alcanzar el máximo del actual ciclo, el Sol sorprende con una intensa actividad proveniente de la mancha solar AR 3664. Alrededor de las 16:51 UTC liberó una gran cantidad de energía en una llamarada solar estimada inicialmente como X8.7. Sin embargo, debido a la rotación del Sol, esta tuvo lugar en una zona sin visión directa de los observatorios y sondas, abriendo la posibilidad a que su magnitud haya sido subestimada y en realidad sea mucho mayor.
¡Atención!
— Jorge Álvarez (@JAL495588) May 14, 2024
Cumplió su promesa. Le pedí una X5 X10 de despedida. 🫣🤦♂️🤦♂️
Mas vale tarde que nunca.
El gran disparo lo realizó en el extremo oeste para no dañarnos. 🥹🌞🙂
X8.8 S18W89 AR13664 2024/05/14 inicio 16:46 pic.twitter.com/uLgDP57wQu
AT LAST THE MOVIE OF THE X.6 FLARE: As promised. Note that it is at least partially behind the limb so this might well have been the largest flare since Solar Cycle 23 (i.e., 20 years). No increase in proton activity as yet. pic.twitter.com/YmELD7gAji
— Keith Strong (@drkstrong) May 14, 2024
A pesar de ser solo parcialmente observable, AR 3664 se encuentra en una posición que la conecta magnéticamente a la Tierra. Esto significa que las trayectorias de protones de alta energía, y en general el viento solar, son curvadas en dirección al planeta. Se espera la llegada de estos en los próximos días, donde diferentes observadores seguirán el avance de estos y las tormentas geomagnéticas que produzcan. La eyección de masa coronal consecuente aparentemente no se encuentra dirigida a la Tierra.
El conocido como radio blackout, supone una mayor absorción de ciertas frecuencias. En América, España y el Polo Norte fueron los afectados en este evento. Operadores de radio, pilotos y marineros pueden haber notado bloqueos completos en sistemas que dependan de frecuencias menores a los 30 MHz.
Esta llamarada solar es además la más fuerte registrada de este ciclo hasta el momento, es probable ver eventos de magnitud semejante o mayor en los próximos meses y hasta años. Por otro lado, esto supone un reto para los satélites y astronautas, al aumentar la cantidad de radiación y cargas eléctricas que pueden afectar circuitos.
Esta entrada fue modificada por última vez en 14/05/2024 22:45
Jefe de sección Cosmos. Especialista del programa lunar Apollo, mecánica celeste e impresión 3D. Universidad Nacional de Colombia.