Por ejemplo, las propiedades del polvo determinan qué sucede cuando estas partículas chocan y, por lo tanto, se convierten en posibles semillas para la formación de planetas. Aún no es posible evaluar si estas diferencias en las propiedades del polvo son significativas o no en este sentido.
También se sabe que existen discos de polvo más pequeños, y que las bajas temperaturas del polvo también pueden tener un importante impacto en ellos. Si estos discos se componen principalmente de granos más grandes y fríos de lo que se pensaba hasta ahora, esto implicaría que estos discos compactos pueden ser arbitrariamente masivos, por lo que incluso podrían formar planetas gigantes relativamente cerca de la estrella central.
Será necesario llevar a cabo más observaciones, pero parece que el polvo frío encontrado por ALMA puede tener consecuencias significativas para la comprensión de los discos protoplanetarios.
Notas
[1] Las mediciones de IRAM eran necesarias ya que ALMA no es sensible a la extensa señal de fondo.
[2] Esto corresponde a cien veces la distancia de la Tierra al Sol, la región ahora ocupada por el cinturón de Kuiper, dentro del Sistema Solar.
Información adicional
Este trabajo de investigación se ha presentado en el artículo científico titulado: “The shadow of the Flying Saucer: A very low temperature for large dust grains”, por S. Guilloteau et al., publicado en la revista Astronomy & Astrophysics Letters.
El equipo está formado por S. Guilloteau (Universidad de Burdeos/CNRS, Floirac, Francia); V. Piétu (IRAM, Saint Martin d’Hères, Francia); E. Chapillon (Universidad de Burdeos/CNRS; IRAM); E. Di Folco (Universidad de Burdeos/CNRS); A. Dutrey (Universidad de Burdeos/CNRS); T.Henning (Instituto Max Planck de Astronomía, Heidelberg, Alemania [MPIA]); D.Semenov (MPIA); T.Birnstiel (MPIA) y N. Grosso (Observatorio Astronómico de Estrasburgo, Estrasburgo, Francia).
El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), una instalación astronómica internacional, es una asociación entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), la Fundación Nacional de Ciencia de EE. UU. (NSF) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS) en cooperación con la República de Chile. ALMA es financiado por ESO en representación de sus estados miembros, por NSF en cooperación con el Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (NRC) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Taiwán (MOST), y por NINS en cooperación con la Academia Sinica (AS) de Taiwán y el Instituto de Ciencias Astronómicas y Espaciales de Corea del Sur (KASI).
La construcción y las operaciones de ALMA son conducidas por ESO en nombre de sus estados miembros; por el Observatorio Radioastronómico Nacional (NRAO), gestionado por Associated Universities, Inc. (AUI), en representación de Norteamérica; y por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) en nombre de Asia del Este. El Joint ALMA Observatory (JAO) tiene a su cargo la dirección general y la gestión de la construcción, así como la puesta en marcha y las operaciones de ALMA.