Desde su llegada a Marte en 2021, la misión china conjunta del orbitador Tianwen-1 y el rover marciano Zhurong nos ofrece una nueva perspectiva de Marte. China ha compartido fotos nunca antes vistas, capturadas varios meses atrás. Rompiendo así un largo periodo de silencio sobre el vehículo.
En la primera misión a Marte de China quisieron apuntar alto. Realizando una inserción orbital de un satélite y el descenso de un vehículo autónomo a la superficie de forma exitosa, por primera vez en la historia de la exploración del planeta rojo.
Originalmente diseñado para durar tres meses, Zhurong ha demostrado las capacidades espaciales y tecnológicas chinas para llevar a cabo una misión marciana. Este cuenta con paneles solares para suministrar la energía necesaria para mantener una temperatura interna adecuada y permitir el funcionamiento de los instrumentos. Se cree actualmente estos están totalmente cubiertos de polvo, bloqueando la capacidad del vehículo de despertar de hibernación.
La primera foto se muestran las huellas dejadas por las ruedas del vehículo en el recorrido realizado para desplegar la cámara inalámbrica, misma que aparece al final de las marcas. También nos ofrece la posibilidad de divisar el horizonte y el cielo con su representativo tono rojizo, producido por el óxido de hierro y la difracción del CO₂ atmosférico.
La segunda imagen nos muestra en primer plano parte de los paneles solares que suministran con energía al vehículo. El regolito o polvo marciano, impulsado por los fuertes vientos del planeta, se adhiere con gran facilidad a estos y reducen su eficiencia. Se requiere cierta cantidad de electricidad mínima para mantener los equipos internos en la temperatura correcta para su funcionamiento.
A la derecha destaca los restos destaca el paracaídas empleado para la segunda fase de frenado. Iba acoplado a la parte superior del cascarón de entrada atmosférica y tiene un diseñado y optimizado para velocidades supersónicas. Luego es liberado para la última fase que se realiza por sistemas de retropropulsión.
La tercera imagen nos se enfoca más en mostrar el paisaje marciano. Capturando el cielo y el resplandor producido por el Sol sobre la tenue atmósfera marciana. Hacia el lado derecho, en la distancia se logra ver el módulo de descenso que permitió un suave aterrizaje.
Utopia Planitia fue la zona designada para realizar la misión. Esta ofrece un relieve relativamente amigable, gracias a su poca variación de altura y baja densidad de grandes y afiladas rocas. Ofreciendo un mayor margen de error a la hora de seleccionar el lugar final de descenso. Además de facilitar en gran medida la movilidad y el acceso a los diferentes objetivos.
Por el momento seguimos con la esperanza de recibir respuesta de Zhurong al despertar de la hibernación. Sin embargo, por cada día que pasa es menos probable que pueda recuperarse la misión. El polvo marciano es un enorme reto para las misiones robóticas y futuras tripuladas. Aun así, el rover logró superar con creces su plan de vida original y sirvió como un gran primer paso para la exploración espacial china en el planeta rojo.
Esta entrada fue modificada por última vez en 03/04/2024 14:09
Jefe de sección Cosmos. Especialista del programa lunar Apollo, mecánica celeste e impresión 3D. Universidad Nacional de Colombia.