La imponente estructura, ubicada en el suburbio moscovita de Kubinka, fue consagrada el pasado 14 de junio. La gran inauguración estaba prevista inicialmente para el 9 de mayo, día del 75 aniversario de la victoria en la Gran Guerra Patria, pero se pospuso debido a la crisis del coronavirus.
El edificio tiene 95 metros de altura (con la cruz incluida), lo que la convierte en la tercera catedral ortodoxa más alta del mundo. Su grandeza, sin embargo, no fue lo único que provocó un animado debate entre una parte importante de la población del país.
El tono oscuro y verduzco de la catedral es otra cosa que llamó la atención de la gente: la arquitectura tradicional ortodoxa suele ser mucho más luminosa. Los usuarios de los medios sociales ya la han apodado “la catedral caqui”.
El templo está repleto de simbolismo. Por ejemplo, el pedestal de la cúpula principal, que tiene ocho ventanas, mide 19,45 metros de diámetro. Mientras tanto, la cúpula mide 22,43 metros de altura. Estas medidas simbolizan la firma del Documento Alemán de Rendición el 8 de mayo de 1945, precisamente a las 10:43 PM.
Otro detalle se puede deducir de las cúpulas más pequeñas de 14,18 metros, que hacen referencia los 1.418 días que duró la guerra.
El Ministro de Defensa Serguéi Shoigu, habló en su momento al canal de televisión ‘Zvezda’ sobre los escalones de la catedral, forjados con el metal de tanques alemanes. “Al pasar sobre los escalones de la catedral, pisamos encima de las armas del enemigo derrotado.” El canal mostró cajones llenos de antiguas armas de la Alemania nazi que habían sido enviadas a Moscú desde todas regiones para ser fundidas y transformadas en las escaleras de hierro fundido.
El complejo de la catedral también alberga una sección de museo que contiene algunas pertenencias personales de Adolf Hitler, incluyendo uno de sus uniformes y gorra de campaña.
El icono principal de la iglesia fue pintado sobre tablones forjados con el hierro del carro de un cañón, rescatado del fondo del río Nevá y que data de 1710.
La Catedral Principal de las Fuerzas Rusas provocó sensación en los medios de comunicación incluso antes de su finalización, todo gracias a un elaborado mosaico, que mostraba los rostros del presidente ruso Vladímir Putin, el líder soviético Iosif Stalin, el director del FSB Alexander Bortnikov y otras figuras políticas. Sin embargo, el rostro de Putin fue posteriormente retirado del interior de la catedral, de acuerdo con los deseos del presidente ruso. Putin consideró su presencia en el lugar como una evaluación prematura de sus logros. El mosaico en sí no será destruido, y se ha guardado en otro lugar.
Sin embargo, la catedral sigue decorada con un mosaico que cubre miles de metros cuadrados de sus paredes. Por otro lado, el mosaico de la cúpula principal (con una superficie de 300 metros cuadrados) tiene la imagen del Salvador Milagroso y es el más grande del mundo.
Según la web Znak.com, el costo de la iglesia ascendió a seis mil millones de rublos (aprox. 80,4 millones de dólares). Tres mil millones de estos salieron del presupuesto de Moscú, con los restantes tres mil millones habiendo sido recaudados mediante donaciones.