Leucochloridium Paradoxum es el nombre científico del parásito en cuestión y empieza su ciclo de reproducción en el intestino de las aves, donde produce larvas que salen a través de los excrementos. Estos son absorbidos por los caracoles que, de forma no intencionada, se contagian.
Se trata de un caracol contagiado por un virus que controla su cabeza y hace que sea abatido por otros depredadores para ser ingerido por ellos.