Más de 80 millones de personas viven por encima de 2.500 metros de altitud en todo el mundo

Hasta la fecha, el conocimiento sobre la altitud a la que habita la población mundial era bastante limitado. Las estimaciones existentes procedían de conjeturas o se basaban en relaciones entre censo y altura.

Un nuevo estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), comparte los datos de la primera estimación poblacional a escala mundial en función de la altura a la que habitan. Según sus registros, alrededor de 81,6 millones de personas viven a 2.500 metros sobre el nivel del mar.

Es necesario saber cuántas personas viven a gran altura y dónde para comprender el impacto en la fisiología, la adaptación, la salud y las enfermedades humanas

Joshua Tremblay (UBC, Canadá)

“Es necesario saber cuántas personas viven a gran altura y dónde para comprender el impacto en la fisiología, la adaptación, la salud y las enfermedades humanas”, expresa Joshua Tremblay, investigador en la Facultad de Ciencias de la Salud y el Ejercicio de la Universidad de Columbia Británica en Okanagan (Canadá) y autor del estudio.

Para llegar a obtener esta cifra, Tremblay y su compañero Philip N. Ainslie, ambos científicos de la misma universidad, combinaron datos de población y elevación georreferenciados para crear estimaciones a escala mundial. Posteriormente clasificaron los datos obtenidos en intervalos de 500 metros. De esta forma, obtuvieron que 500,3 millones de humanos viven a partir de los 1.500 metros de altitud, 81,6 millones a más de 2.500 metros y 14,4 millones a más 3.500 metros.

El país que más habitantes tiene en altitudes comprendidas entre los 1.500 y los 2.500 metros es Etiopía, mientras que en China es donde más personas viven a altitudes muy altas, por encima de los 3.500 metros. En relación a su población total, Bolivia es la nación con más residentes comprendidos entre los 2.500 y los 3.500 metros.

En el caso de España, y de acuerdo con sus estimaciones, 46.984 personas vivirían a más de 1.500 metros de altura. De ellas, 197 lo harían en altitudes comprendidas entre los 2.500 y los 3.000 metros, y 8 personas entre 3.000 y 3.500 metros.

Adaptación a la altura

Para los autores de este estudio, conocer la ubicación y el tamaño de las poblaciones que viven a gran altura es un paso fundamental para comprender cómo se adapta el cuerpo humano al entorno. Según explican, vivir a una altitud demasiado alta puede propiciar el estrés fisiológico. Un ejemplo de ello es la dificultad para que el oxígeno acceda a los sistemas vasculares de las personas.

“La mayor parte de la investigación a gran altitud se basa en habitantes de tierras bajas de países occidentales industrializados, ricos y democráticos, que ascienden a grandes alturas para realizar sus investigaciones”, indica Tremblay. “Sin embargo, hay poblaciones que han vivido con éxito en altitudes elevadas durante miles de años y que se enfrentan a presiones cada vez mayores”, añade.

La experiencia con habitantes de las zonas altas puede ayudar a comprender cómo mejorar la salud y el bienestar de estas personas 

 
 

Para comprender a qué se refiere exactamente, Tremblay expone el siguiente ejemplo: “Cuando los habitantes de tierras bajas viajan a grandes altitudes, nuestros cuerpos desarrollan respuestas fisiológicas ineficientes, lo que conocemos como mal de altura”, expone. “Sin embargo, las personas que estudiamos han adquirido la capacidad de prosperar en altitudes extremadamente elevadas. Sus experiencias pueden aportar información al diagnóstico y al tratamiento de enfermedades para todos los seres humanos, al mismo tiempo que nos ayudan a comprender cómo mejorar la salud y el bienestar de las altitudes elevadas”, continúa.

Además, el impacto de la crisis climática sobre los entornos y las condiciones de vida de las personas incrementan la necesidad de continuar con trabajos de este tipo. “Tendemos a pensar en el cambio climático como un problema para las poblaciones costeras de baja altitud, pero el derretimiento de la nieve, los glaciares y los fenómenos meteorológicos extremos limitan los recursos hídricos y agrícolas. Los residentes de gran altitud están en primera línea de este problema. Necesitamos ampliar esta investigación para comprender sus efectos”, concluye Tremblay.

Referencia:

Tremblay, Joshua C, Ainslie, Philip N. “Global and country-level estimates of human population at high altitude”. PNAS (2021)

 
Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons.