Despegue de la Starship: décima prueba del nuevo cohete de Spacex

Imagen del lanzamiento de la decima Starship

La Starship se vuelve a enfrentar a los rigores del vuelo espacial por décima vez. En esa ocasión con más presión de la habitual en estos vuelos de prueba. En los anteriores vuelos no ha habido avances, ni significativos ni menores, y se ha notado un frenazo en la actividad después de la explosión durante las pruebas de la S36.

Imagen previa al despegue
Foto del cohete a minutos antes del lanzamiento. Fuente: SpaceX

Problemas antes del despegue

Tras dos intentos cancelados en los últimos dos días, debido a problemas en la torre de lanzamiento primero y ayer por el mal tiempo, parecía poco probable intentar nuevamente el despegue hoy mismo. Pero, SpaceX ha decidido enfrentarse a unas nuevamente penosas previsiones meteorológicas.

El proceso de repostaje ha empezado a la hora prevista, aunque, la probabilidad de lanzamiento era pequeña. Sin embargo, a 12 minutos de la hora estimada de lanzamiento el tiempo ha dado un respiro a la empresa y se ha seguido con la cuenta atrás.

Este lanzamiento tiene bastante importancia en el desarrollo de la nave. Los retrasos se empiezan a acumular y hoy Elon Musk en persona ha confirmado que el repostaje en órbita ya no se probará este año. Este elemento crítico de la arquitectura Starship pero también Artemisa es una de las mayores revoluciones de este lanzador. Permitirá enviar cien toneladas a Marte, cuando en la actualidad, no hay ningún cohete que lance 100 toneladas a órbita baja terrestre.

Vuelo Starship
Imagen del décimo vuelo del sistema Starship. Fuente: SpaceX

Lanzamiento sin complicaciones

Tras un inicio lento como corresponde a una mole de miles de toneladas como es la Starship el cohete se alzó sobre los cielos del sur de Texas sin complicaciones. Tras superar sin inconvenientes la fase de máxima presión aerodinámica el vuelo progresó sin novedad hasta la separación de etapas.

A continuación, la primera etapa inicio su regreso a la Tierra pero esta vez sin intentar un aterrizaje en la plataforma de lanzamiento. En esta ocasión, SpaceX quería probar si podían lograr el aterrizaje de la primera etapa si perdían un motor del anillo central, los utilizados nominalmente para este propósito. Para ello apagaron manualmente uno, a lo que la nave respondió perfectamente encendiendo otro del anillo exterior.

Con algo de dramatismo por hacerlo a gran altura, simulando donde estaría la torre de lanzamiento donde debería hacerlo en una situación real, el Booster se ha detenido en el aire, apagó motores y se precipitó contra el mar del Golfo de México. Concluyo así la primera parte del vuelo de la Starship con éxito.

Separación de etapas en el vuelo de la Starship
Imagen del Booster y la Starship volando tras la separación de etapas. Fuente: SpaceX

Siguiendo la Starship hasta órbita

Tras separarse de su enorme impulsor, la segunda etapa con seis motores Raptor V3 continuó su ascenso hasta una trayectoria cuasi orbital.

Una vez en ella tras más de 10 minutos quemando 4900 toneladas de oxígeno líquido y metano líquidos a temperaturas cercanas al cero absoluto empezó una de las pruebas más importantes del vuelo de hoy. Tras numerosos fracasos en los anteriores lanzamientos, la segunda iteración de la segunda etapa del sistema no ha sido capaz de completar un despliegue de satélites Starlink. Sin completar esta misión, los sueños marcianos de Elon Musk eran imposibles.

Pero esta décima prueba, pese a todos los problemas que sufrió para llegar aquí, incluyendo una explosión en la segunda etapa que estaba previsto emplear en el vuelo está saliendo a pedir de boca para la compañía.

Tras un minuto de incertidumbre en el que parecía que el sistema no funcionaba, finalmente se puso en marcha. Liberando maquetas de lo que serán los Starlink V3 a razón de una por minuto, las ocho que transportaba estuvieron libres en escaso tiempo.

Tras anotarse ese nuevo tanto, el control de misión ha podido respirar más relajado unos minutos antes de enfrentarse a otro mayúsculo reto, la reentrada. Es de destacar además que ninguna de las Starship de segunda generación sobrevivió a esta etapa hasta el día de hoy donde la suerte de SpaceX parece estar cambiando.

Despliegue de maquetas Starlink
Maquetas de los Starlink V3 siendo desplegados desde el interior de la Starship. Fuente: SpaceX

Probando el reencendido en el espacio

Uno de los mayores retos de la Starship es poder reencender sus motores sin instalaciones exteriores. Esta funcionalidad fue causa de problemas en el desarrollo, incluyendo explosiones, y acabó siendo uno de los motivos de la enorme complejidad del Raptor. Más allá de esta capacidad ya se trataba del motor cohete más avanzado del mundo, pero el ser capaz de generar su propia llama para encenderse es un logro enorme.

La mayoría de cohetes, incluyendo el Falcon 9, pueden reencenderse en órbita, pero emplean algún tipo de consumible, por ejemplo, Trietilaluminio-Trietilborano. Este elemento es altamente inflamable y permite generar una primera llama en la cámara de combustión para reencender el motor. Pero en el caso del motor de la Starship los propios combustibles se usan para acelerar las turbobombas en un ciclo cerrado que usando solamente un poco de presión procedente de los depósitos el motor se reenciende solo. Además, en la Starship, no se usa helio para la presurización de los tanques, si no que una parte del combustible se convierte en gas y se devuelve a los tanques para mantener la presión.

Reencendido del motor Raptor
Imagen del reencendido del motor Raptor en mitad del vuelo suborbital. Fuente: SpaceX

La reentrada comienza

La reentrada está previsto que dure 20 minutos, pero SpaceX no ha logrado llevar aún esta iteración de la Starship a la superficie de la Tierra de una pieza.

Reentrada Starship
La Starship reentra sobre el Océano Pacífico. Fuente: SpaceX

La reentrada progresa correctamente dejando como siempre unas imágenes espectaculares. Es complicado acostumbrase a esta vista única de la que apenas hay vídeos, y aún más rara vez con la calidad que está emitiendo en directo SpaceX. Una gran publicidad para su constelación de satélites que sigue creciendo con más de 8000 unidades en órbita.

La nave está frenando bien y el esfuerzo extra que se está poniendo en los flaps respecto a una reentrada más convencional no está haciéndolos sufrir. A un ritmo de frenado vertiginoso la nave se encuentra aún a 30 kilómetros de altura con 60 segundos para llegar a régimen de vuelo transónico, por debajo de la velocidad del sonido, pero muy rápido igualmente.

Momento en el que la Starship ha empezado a volar por debajo de la velocidad del sonido. Fuente: SpaceX

Fase de aterrizaje

Tras caer por debajo del régimen supersónico, la Starship prácticamente cae a plomo, no tiene suficiente velocidad para generar sustentación.

A más de dos kilómetros de altura la nave realiza una impresionante maniobra en la que se “cuelga” de los flaps frontales, enciende los motores y se coloca gracias al empuje de los Raptor en posición vertical para aterrizar.

En esta ocasión, tras sobrevivir con éxito a la reentrada la nave ha podido llegar a esta fase del vuelo y completarla con éxito.

Aterrizaje de la Starship
Desde la boya desplegada en el lugar previsto de aterrizaje se ha podido capturar esta impresionante toma del aterrizaje de la Starship. Fuente: SpaceX

Con este suave aterrizaje la nave completaba con éxito todas las pruebas que se tenía previsto realizar en este décimo vuelo de la Starship. Tras meses de varapalos, es una más que bienvenida alegría para el enorme equipo de SpaceX que trabaja en el proyecto. Lamentablemente, pocos datos van a poder recoger de la nave ya que no se ha hundido como sucedía en otros aterrizajes. En esta ocasión, cayó de lado produciendo una fuerte explosión, motivada por los inflamables que transporta a bordo y alimentada por los explosivos empleados para el sistema de autodestrucción.

Explosión de la Starshiip tras completar todos los objetivos del vuelo

La próxima vez que despegue la Starship lo hará con la primera nave de la tercera iteración. Además intentará aterrizar sobre Boca Chica, no sobre el Océano Índico, lo que apunta a la madurez que va cogiendo el proyecto. Pero tras los problemas de esta iteración no sería de extrañar que volvieran a suceder varios vuelos hasta lograr intentar un aterrizaje con éxito.

Martín Morala Andrés

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *