La momia del ahora llamado ‘Niño de oro’ fue hallada en 1916 en un cementerio utilizado aproximadamente entre los años 332 y 30 a. C. en Nag el-Hassay, al sur de Egipto. Desde entonces ha estado almacenada sin examinar en el sótano del Museo Egipcio de El Cairo.
Recientemente, un equipo de científicos egipcios ha utilizado la tomografía computarizada (una especie de TAC), para ‘desenvolver digitalmente’ esta momia, datada en unos 2.300 años de antigüedad y perteneciente a un adolescente de alto nivel socioeconómico. Los resultados, publicados en la revista Frontiers in Medicine, revelan que el cuerpo tiene casi 50 amuletos de diversos tipos.
La momia estaba depositada dentro de dos ataúdes, uno exterior con una inscripción griega y otro interior de madera. Dentro lleva una máscara dorada para la cabeza, un cartonaje pectoral que cubre la parte delantera del torso y un par de sandalias. Además del corazón, se extrajeron en su día las vísceras mediante una incisión por la ingle, así como el cerebro a través de la nariz, para luego ser sustituido por resina.