MEDA es la tercera estación medioambiental que el CAB tiene funcionando en Marte. Las otras dos son REMS (estación de monitoreo ambiental del róver) a bordo de Curiosity, y TWINS (sensores de temperatura y viento para la misión InSight) en la plataforma InSight. Con ellas, España ha logrado el hito de ser el primer país que dispone de una red meteorológica en otro planeta: REMS en 2012, TWINS en 2018) y MEDA ahora, en 2021.
Imagen de los sensores de MEDA situados en el mástil de Perseverance. / NASA/JPL-Caltech.
Puesta en marcha de MEDA tras amartizaje
Una vez confirmado el aterrizaje exitoso de Perseverance a las 21:55 h (hora peninsular española) del 18 de febrero en el cráter Jezero, comenzó el procedimiento de puesta en marcha de todos los sistemas. El 20 de febrero, a las 02.00h de la madrugada, se encendió MEDA para confirmar que el sistema estaba sano y salvo: todos los sensores del instrumento funcionaban con normalidad.
Aún queda el despliegue del sensor de viento, que debe abrirse con un mecanismo tipo ‘navaja’ complicado hasta adoptar su posición final
No obstante, todavía queda una última actividad crítica para MEDA, antes de estar totalmente preparado: el sensor de viento denominado ‘navaja’ (por su forma plegada sobre sí mismo para autoprotegerse de los impactos de rocas durante el aterrizaje) debe ahora abrirse y extenderse hasta adoptar su posición final.
Como señala José Antonio Rodríguez Manfredi, investigador del CAB y principal de MEDA, lo complicado de este evento proviene de que, para que ese despliegue ocurra, “un dispositivo interno cortará por estrangulamiento el tornillo de fijación que lo mantiene plegado, y un resorte lo abrirá bruscamente”.
“Toda esta secuencia de eventos, que dura menos de un segundo, puede generar importantes cargas que podrían dañar al sensor. Tras ese ‘segundo de terror propio de MEDA’, el instrumento español quedará totalmente listo para contribuir a la exploración que Perseverance realizará durante los próximos años”, señala el investigador.