En cuanto a la energía, Curiosity cuenta con una batería de energía nuclear de larga duración en lugar de paneles solares. A medida que los átomos de plutonio de la batería se descomponen, generan calor que el rover convierte en energía. Debido a la descomposición gradual de los átomos, el vehículo no puede hacer la misma cantidad de actividad en un día como lo hacía durante su primer año.
Mishkin señala que siguen calculando cuánta energía usa el rover al día y ha descubierto qué actividades se pueden realizar en paralelo para optimizar la energía disponible. A través de la planificación y trucos de ingeniería, el equipo cree que este explorador aún tiene años de recorrido por delante.