La galaxia del Sombrero revela secretos ocultos gracias al telescopio James Webb

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La galaxia del Sombrero ha cautivado a los astrónomos durante casi 250 años. Fue registrada por primera vez en 1781 por Pierre Méchain, un astrónomo y topógrafo francés, estrecho colaborador de Charles Messier, famoso por su catálogo de objetos celestes. Aunque no se integró oficialmente al Catálogo Messier hasta 1921 como Messier 104, su visibilidad desde el hemisferio norte con telescopios modestos o incluso binoculares la ha mantenido como un objetivo habitual de observación astronómica.

El telescopio espacial James Webb de la NASA ha obtenido recientemente imágenes de la galaxia del Sombrero con su cámara NIRCam (Near-Infrared Camera), que muestra cómo el polvo del anillo exterior de la galaxia bloquea la luz estelar de las estrellas de su interior. En la región central de la galaxia, los aproximadamente 2.000 cúmulos globulares, o colecciones de cientos de miles de estrellas viejas unidas por la gravedad, brillan en el infrarrojo cercano. La Galaxia del Sombrero se encuentra a unos 30 millones de años-luz de la Tierra, en la constelación de Virgo. Desde la Tierra, vemos esta galaxia casi de perfil. Créditos: NASA

Un nuevo vistazo con el telescopio James Webb

La historia de esta enigmática galaxia se amplía gracias a las observaciones recientes del telescopio espacial James Webb. En una imagen capturada a finales de 2024 en longitudes de onda del infrarrojo medio, Webb reveló una visión profunda del Sombrero. Más recientemente, el telescopio ha realizado una observación en el infrarrojo cercano, que ilumina el gran abultamiento central de la galaxia, donde se concentran densamente miles de millones de estrellas, mientras que el polvo en los bordes exteriores bloquea parte de la luz estelar.

Estudiar galaxias como el Sombrero en distintas longitudes de onda, desde el infrarrojo cercano y medio con Webb, hasta la luz visible con el Telescopio Espacial Hubble, permite a los astrónomos desentrañar cómo se formaron y evolucionaron estos sistemas complejos de estrellas, gas y polvo.

Al comparar la imagen visible del Hubble con la imagen en infrarrojo cercano de NIRCam, la cámara del Webb, se nota que el disco de polvo de la galaxia parece menos prominente. Esto se debe a que las longitudes de onda infrarrojas, más largas y rojizas, atraviesan con mayor facilidad el polvo interestelar, permitiendo que más luz estelar llegue hasta nosotros. En cambio, en la imagen en infrarrojo medio, el polvo se hace visible por sí mismo al emitir un leve resplandor térmico.

Imagen del telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA de la Galaxia del Sombrero, también llamada Messier 104. Crédito: ESA/Hubble & NASA, K. Nol

Evidencias de un pasado turbulento

Ubicada a unos 30 millones de años luz de la Tierra, en el borde del cúmulo de Virgo, la galaxia del Sombrero posee una masa equivalente a 800 mil millones de soles y se presenta ante nosotros casi de canto, con una inclinación de apenas seis grados respecto a su ecuador galáctico.

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Aunque su apariencia es serena, varios indicios sugieren un origen mucho más violento. Investigaciones han revelado que el Sombrero alberga unas 2000 cúmulos globulares, conjuntos de cientos de miles de estrellas viejas mantenidas unidas por la gravedad. Los estudios espectroscópicos han mostrado que las estrellas en estos cúmulos tienen composiciones químicas variadas, algo inesperado si todas se hubieran formado al mismo tiempo y del mismo material. Este fenómeno se explicaría si la galaxia hubiera absorbido una o más galaxias en colisiones cósmicas pasadas.

Otro indicio que apoya esta teoría es la forma distorsionada de su disco interno. Aunque la vemos casi de canto, esa ligera inclinación nos permite observar que el disco está inclinado hacia adentro, como si comenzara a formar un embudo, en lugar de ser completamente plano.

La alta resolución de NIRCam también ha permitido detectar estrellas individuales fuera de la galaxia, algunas de las cuales son gigantes rojas, estrellas más frías pero de gran tamaño que brillan intensamente en el infrarrojo. Estas se mantienen visibles en las imágenes de infrarrojo medio, mientras que las estrellas más pequeñas y azules desaparecen en esas longitudes de onda más largas.

El fondo de la imagen capturada por Webb revela además un tapiz de galaxias distantes, de diversas formas y colores. La variedad de tonalidades ofrece pistas sobre sus características, incluyendo su distancia a la Tierra, ampliando aún más el contexto cósmico en el que se encuentra el Sombrero.

astroaventura

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