Gracias al Telescopio Espacial Hubble, la NASA ha observado que en los últimos 10 años la velocidad de los vientos de Júpiter se ha incrementado en un 8%. Los astrónomos todavía no saben a qué se debe el fenómeno.
Los astrónomos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) llevan al menos 10 años observando el comportamiento de la llamada Gran Mancha Roja de Júpiter, una inmensa tormenta que en los últimos años ha experimentado un incremento en su velocidad.
Gracias a las observaciones realizadas con el Telescopio Espacial Hubble, los científicos han logrado determinar que estas potentes ráfagas de viento, divididas en un anillo exterior y otro interior, tienen el diámetro de unos 16.000 km, es decir, la Tierra podría caber en su interior.
La Gran Mancha Roja, que fue descubierta por los astrónomos por lo menos hace más de 150 años, gira en sentido contrario al reloj a impresionantes velocidades que superan los 640 km/h.