NASA: el telescopio James Webb capta a todo detalle el espectáculo final de una estrella moribunda

El telescopio espacial James Webb de la NASA ha revelado detalles de la nebulosa planetaria llamada Nebulosa del Anillo del Sur que antes estaban ocultos a los astrónomos. Las nebulosas planetarias son las capas de gas y polvo que expulsan algunas estrellas mientras mueren.
La poderosa vista infrarroja de Webb pone a plena vista la segunda estrella de esta nebulosa, junto con estructuras extraordinarias creadas a medida que las estrellas dan forma al gas y al polvo que las rodea.

Nuevos detalles, como estos de las últimas etapas en la vida de una estrella, nos ayudarán a comprender mejor el modo como las estrellas evolucionan y transforman su entorno.
Estas imágenes también revelan galaxias distantes escondidas en el fondo. La mayoría de los puntos de luz multicolor que se ven aquí son galaxias, no estrellas

Algunas estrellas se reservan lo mejor para el final

La estrella más tenue en el centro de esta escena ha estado emitiendo anillos de gas y polvo en todas direcciones durante miles de años. El telescopio espacial James Webb de la NASA ha revelado por primera vez que esta estrella está cubierta de polvo.

Dos cámaras a bordo de Webb capturaron la más reciente imagen de esta nebulosa planetaria, catalogada como NGC 3132 y conocida informalmente como la Nebulosa del Anillo del Sur. Esta nebulosa está a unos 2.500 años luz de distancia.

Webb permitirá a la comunidad astronómica profundizar en muchos otros detalles específicos acerca de nebulosas planetarias como esta, formadas por nubes de gas y polvo expulsado por estrellas agonizantes. Comprender qué moléculas están presentes, y dónde se encuentran a lo largo de las capas de gas y polvo, ayudará a los investigadores a refinar su conocimiento de estos objetos.

Esta observación muestra a la Nebulosa del Anillo del Sur en una vista casi frontal, pero si pudiéramos rotarla para verla de perfil, su forma tridimensional se vería más claramente como dos cuencos unidos por su base, apartándose el uno del otro con un gran agujero en el centro.

Dos estrellas, que están unidas en una estrecha órbita, dan forma al paisaje local. Las imágenes infrarrojas de Webb presentan nuevos detalles de este complejo sistema. Las estrellas, y sus capas de luz, son prominentes en la imagen de la cámara de infrarrojo cercano (NIRCam, por sus siglas en inglés) de la izquierda, mientras que la imagen del instrumento de infrarrojo medio (MIRI, por sus siglas en inglés) de la derecha muestra por primera vez que la segunda estrella está rodeada de polvo. La estrella más brillante se encuentra en una etapa anterior de su evolución estelar y es probable que en el futuro expulse su propia nebulosa planetaria.

Mientras tanto, la estrella más brillante influye en la apariencia de la nebulosa. A medida que el par de estrellas continúa orbitándose entre sí, “baten” el gas y el polvo, produciendo patrones asimétricos.

Cada capa representa un episodio en el que la estrella más tenue perdió parte de su masa. Las capas más anchas de gas situadas hacia las áreas exteriores de la imagen fueron expulsadas antes. Las más cercanas a la estrella son las más recientes. Rastrear estas emisiones permite a los investigadores observar la historia de este sistema.

Las observaciones hechas con NIRCam también revelan rayos de luz extremadamente finos alrededor de la nebulosa planetaria. La luz de las estrellas centrales brota a raudales donde hay agujeros en el gas y el polvo, de modo parecido a la luz solar que escapa a través de los huecos de una nube.

Dado que las nebulosas planetarias existen durante decenas o miles de años, observar la nebulosa es como mirar una película en cámara extremadamente lenta. Cada capa expulsada por la estrella les da a los investigadores la capacidad de medir con precisión el gas y el polvo que están presentes dentro de ella.

A medida que la estrella libera capas de material, se forman moléculas y polvo dentro de estas capas, cambiando el paisaje incluso mientras la estrella continúa desprendiendo material. Este polvo eventualmente enriquecerá las áreas a su alrededor, expandiéndose en lo que se conoce como el medio interestelar. Y dado que tiene una vida muy larga, el polvo puede terminar viajando a través del espacio durante miles de millones de años y convertirse en una nueva estrella o un nuevo planeta.

En unos de miles de años, estas delicadas capas de gas y polvo se disiparán en el espacio que las rodea.

 

Fuente: NASA