Sobre estos hallazgos, el autor señala que los resultados han sido “una sorpresa” y, sin embargo, el glaciar todavía está “en problemas”. Si una plataforma de hielo y un glaciar “están en equilibrio”, el hielo del continente compensará lo que se funde o se desprende, pero los científicos encontraron que, pese a que el deshielo va a un ritmo menor al estimado, “todavía hay un retroceso rápido del glaciar”, lo que les hace pronosticar que “no se necesita mucho para desequilibrarlo”.
Por su parte, la doctora Britney Schmidt, de la Universidad de Cornell, EE UU, y su equipo desplegaron el robot a través de la perforación ejecutada por el grupo británico. De esta forma pudieron acceder a esas zonas profundas de conexión con la tierra que antes resultaban casi imposibles de inspeccionar.
Gracias a las observaciones del Icefin descubrieron, debajo de la plataforma de hielo, que esas formaciones como escaleras (o terrazas y precipicios) se derriten con rapidez. Y esto es particularmente llamativo en el caso de las grietas, que hacen un efecto de embudo por el que se canalizan el calor y la sal, ensanchándolas.