Estos depósitos se formaron en condiciones de gran aridez hace entre 160 y 100 millones de años y son geológicamente similares al cráter marciano Jezero, actualmente estudiado por el rover Perseverance.
Los resultados del estudio, que publican en la revista Nature Communications, sugieren que potenciales evidencias de vida en Marte podrían ser difíciles, sino imposibles, de detectar con la actual generación de instrumentos que se encuentra investigando Marte.
Los autores comprobaron que Piedra Roja está formado por una variedad de sedimentos intercalados de areniscas y arcillas propios de un lecho fluvial, y determinaron la abundante presencia de hematita, un óxido de hierro que es el que le da a Marte su característico color rojo.