El extraño laboratorio de la NASA donde estrellan aviones, helicópteros y hasta naves espaciales

Prueba de choque helicóptero Chinook en el centro de pruebas de Langley de la NASA

Una de las funciones más desconocidas de la NASA es su faceta en la seguridad y el desarrollo de la aviación. Y a veces eso requiere hacer pruebas drásticas como las que acontecen en el Landing and Impact Research Facility. Esta instalación, depende del Centro Espacial Langley, donde la NASA desarrolla sus investigaciones aeronáuticas como la serie de aviones X. Pero en este interesante lugar, las pruebas son muy dinámicas y estrellar helicópteros y aviones forma parte del día a día.

Fotografía anterior a una prueba en las instalaciones.
Imagen previa a la prueba de una sección del fuselaje de un avión comercial. Fuente: NASA

Un origen un poco menos violento

Estas instalaciones se crearon con la seguridad en mente, no la destrucción. En realidad, se trataba de un emplazamiento de pruebas donde la seguridad se extremaba porque las realizaban humanos. En concreto, los astronautas del programa Apolo. Servía para preparar el alunizaje, una técnica que, en 1965, año de apertura de las instalaciones aún no había sido probada con éxito.

En una gigantesca estructura de acero de 60 metros de alto y 120 de largo se simulaba la gravedad lunar. Mediante una grúa puente situada sobre ella un simulador del aterrizador lunar se sujetaba para reducir su peso a una sexta parte, lo mismo que en la Luna. Así los astronautas se preparaban en las condiciones más similares posibles que se pudieran recrear.

Las pruebas solo ocurrían de noche, para aumentar ese realismo en el recorrido recreando los últimos 50 metros del viaje de ida al satélite de la Tierra.

Neil Armstrong en LandIR
Neil Armstrong posa delante del simulador de aterrizador lunar instalado en los terrenos actuales del LandIR. Fuente:NASA

Mejorando la seguridad

Cuando un ingeniero de la NASA se pregunta qué asiento de un avión es el más seguro en caso de accidente. La pregunta no se queda ahí, se investiga el resultado de accidentes anteriores, viendo cuales tienen más probabilidad de sobrevivir. Pero no basta eso, en ocasiones hace falta llenar un fuselaje de sensores e investigar qué pasa cuando se estrella. Para eso existe el LandIR, siglas en inglés de instalaciones de investigación de aterrizajes e impactos.

En él, disponen de varias instalaciones de importantes dimensiones que permiten realizar pruebas de impacto. Entre ellas un foso de arena y una piscina donde simulan aterrizajes sobre tierra y sobre mar o balsas de agua. Los datos obtenidos de estos experimentos reales permiten mejorar los modelos digitales y matemáticos que posteriormente se usan para realizar análisis más precisos.

La recogida de datos se realiza principalmente con sensores de presión, mediciones de deformación de las estructuras y cámaras super lentas. Estas permiten reconstruir las fases de estrés que atraviesa la estructura en el momento del impacto y los instantes posteriores. Los sensores de presión ayudan a saber cómo se dispersa la fuerza gracias al diseño del aparato , mientras que las mediciones de deformación dan la imagen completa del resultado final.

Un prototipo de la nave Orion de la NASA impacta contra la piscina de agua de LandIR

Una nueva vida al amparo de su función original, ir a la Luna

La última gran remodelación de estas instalaciones ocurrió en 2011, al amparo del regreso tripulado de Estados Unidos para volver a la Luna. Entonces, se construyó una piscina con seis metros de profundidad donde se realizaron una gran cantidad de pruebas a diferentes modelos de la cápsula Orion. Con ello la NASA se aseguró que era seguro amerizar con ella en el Océano Pacífico, igual que en las misiones Apolo.

Desde entonces, las pruebas han continuado apoyando a la Agencia Federal de Aviación (FAA), a las nuevas empresas privadas en el espacio y a cualquiera que buscase mejorar la seguridad en el mundo aeroespacial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *