Una nueva era: Gateway, la próxima estación espacial lunar de la NASA
12/02/2024 Martín Morala AndrésLa NASA abandona la EEI, junto a los estadounidenses, el resto de socios apuran los últimos años de la estación espacial que más grande hasta el momento.
Mientras que Rusia prefiere centrarse en la órbita baja, los socios occidentales han puesto el foco en la órbita lunar.
Estamos en un nuevo milenio, nuevas ideas han aflorado desde que fuimos a la Luna por última vez hace 50 años. Entre ellas ha surgido la idea de situar una estación espacial en órbita alrededor de la Luna.
Esto a priori tiene grandes ventajas, sin embargo, el proyecto recibió fuertes críticas por su concepción original. Rápidamente en el desarrollo del SLS y la Orion se vio que esta no podría llegar a la órbita lunar baja. Esta falta de capacidad forzó la aparición de la Gateway en el esquema del regreso a la Luna.
Desde su concepción hasta los últimos planes ya casi definitivos, a la espera de la aprobación final de los módulos japonés y europeo, el diseño ha cambiado poco.
Pero en la actualidad ya tenemos una imagen muy clara de como lucirá esta nueva estación, muy diferente visualmente a la EEI. Más similar a un tren donde se van acoplando módulos y naves en vez de vagones. Aun así, se conserva una parte de la verticalidad que tiene la estación para permitir el acople de las naves visitantes.
Aún no está del todo claro cuáles van a ser estas, aunque tengamos confirmadas al menos tres diferentes. Pero de una de ellas existen muchas dudas en el proyecto.
Estas son:
- La cápsula Orion, que llevaría a los astronautas (hasta cuatro) y algo de carga a la estación.
- La Starship de SpaceX que se acoplaría a la estación a la espera de que los astronautas llegarán en la Orion. En ese momento, la abordarían y descenderían a la superficie lunar para una estancia de hasta dos semanas.
- La muy desconocida Dragon XL. Muy poco se sabe de esta nave, para empezar visualmente guarda muy poca relación con sus predecesoras. Además, su papel cada día está más en entredicho por varios factores, el primero es la Starship. Esta ya se emplea para llevar a los astronautas de la Gateway a la superficie lunar. Además, debería ser capaz de lanzar mucha más carga que esta otra nave a un menor coste y simplificar a la vez el esquema del regreso a la Luna. Posteriormente, hay que tener en cuenta que esta nave es nueva, la base teórica, las cápsulas Dragon y Dragon V2 a priori guardan poca relación con ella. Esto suele ser causa de retrasos y sobrecostes que la NASA no puede permitirse ni en tiempo ni en dinero.
¿Por qué Get Away?
Cuando se presentó el proyecto dentro del marco de las misiones Artemisa fue la primera vez que este comentario se popularizó, aunque ya tenía detractores antes de esto.
Debido a la facilidad del cambio de gateway (puerta de embarque) a get away (alejarse) el termino caló hondo. La oposición, sin embargo, ha sido meramente popular. Dentro de la NASA, y de las agencias asociadas, nunca ha habido rifirrafes. Se entendió desde el principio que la vía de acceso a esta sería el SLS. Este lanzaría la Orion, y debido a esto hacía falta algún elemento intermedio donde transbordar desde la pequeña e incómoda Orion al módulo de aterrizaje. Además, debido a lo limitado de este módulo sería idóneo que los astronautas que no fueran a aterrizar en la Luna pudieran trabajar en otro lugar.
No deja de ser uno de los parajes más lejanos que el ser humano ha visitado nunca. Hay mucha ciencia que hacer en el entorno lunar. Para empezar la más obvia de medir dosis de radiación. Si queremos ir a Marte debemos poder sobrevivir al viaje. Pero hay más, igual que en la EEI, hay que aprender a vivir fuera de la Tierra. Y el entorno de la Gateway es muy diferente al de la estación terrestre. Las peligrosas nubes de meteoritos que azotan de forma más o menos frecuente la órbita terrestre apenas existirían en la Luna. O al menos eso creemos, la experimentación puede darnos desagradables sorpresas.
El legado de la Estación Espacial Internacional será tan grande como lo es en tamaño, puede que más. Y el legado proyecta una larga sombra sobre aquellos que lo siguen.
Está claro que tardaremos algunas décadas en ver un proyecto semejante, y que si se aborda será de una forma radicalmente diferente. Vivimos una época gloriosa de la exploración espacial y que haya varias estaciones espaciales en construcción a la vez lo demuestra.
Pero la Gateway demuestra más cosas. Cuando Estados Unidos dice que va a volver a la Luna para quedarse, uno tiene dudas. Y es normal, el siglo pasado se nos vendió la idea de que se iría a Marte y a todos lados. Se nos vendió la idea de que habría coches voladores y otros elementos de ciencia ficción semejantes. El futuro rara vez es tal y como lo concebimos, pero lo afrontamos igual.
Gateway quiere acercar ese futuro, las propuestas para explorar más allá con esta estación espacial son viables, pero irrealizables. Simplemente la NASA, ni siquiera con otras agencias espaciales como la europea, la japonesa o la canadiense puede costearlo. Pero volver a la Luna y quedarse allí será mucho más fácil una vez esta estación este en órbita lunar. Simplemente podremos ir cuando queramos. Siempre habrá un lugar al que llegar, aunque sea a miles de kilómetros sobre la superficie de la Luna.