La salida de Rusia de la Estación Espacial Internacional: un tiro en el pie

Ayer Rusia volvía anunciar su salida de la Estación Espacial Internacional. Hacen esto, en parte por las sanciones internacionales y el aislamiento auto buscado de occidente, como por potenciar un programa exclusivamente nacional.

Imagen de la misión STS-88, la primera misión tripulada a la ISS, en imagen el modulo Zarya arriba, el Unity abajo y en la parte baja de la imagen se aprecian partes del transbordador Endeavour. Fuente: NASA

La maravilla de la EEI

La estación espacial internacional es una maravilla y un milagro por muchos y variopintos motivos.

Para empezar, nació en un momento único de máximo esplendor en cooperación entre Rusia y Estados Unidos, desde aquel momento las relaciones solo han decaído. Después, se fraguó a razón de que ninguno de los dos países tenían dinero para su propia estación. Y para seguir en si misma no es una estación espacial, si no más bien dos estaciones con graves carencias que se juntaron para sobrevivir.

Al segmento «estadounidense» le falta algún tipo de elemento de propulsión que permita mantener la órbita. Aunque en teoría esta tarea podría recaer en las naves CST-100 Starliner, de la que os contamos su vuelo de prueba hace unos meses aquí. Y comentamos en directo su lanzamiento. O también, podría haberlo hecho la nave Cygnus, pero actualmente se encuentran sin cohete lanzador y no esta claro que va a pasar con ella.

Imagen de un Antares camino de la rampa de lanzamiento. Fuente:NASA

Sin embargo, el problema ruso tampoco es menor, no tienen suficiente energía eléctrica para alimentar su segmento, por lo que todos los socios perderán sus secciones de la estación espacial, si se separan a las bravas como aparentemente pretende Rusia.

Su reentrada es un tema extremadamente complejo pues estamos hablando de un objeto que pesa más de 400 toneladas.

Así que habría que organizar también en una situación de alta tensión donde se van a quemar en la atmósfera más de 100 mil millones de dólares. El coste de la estación ha sido estratosférico y deshacerse de ella supondrá un desastre científico a la altura de la perdida del radiotelescopio de Arecibo.

Mirando hacía adelante

Realmente la EEI ya tenía una fecha de caducidad medianamente marcada para 2028/2030. La NASA no tenía fondos para mantener el programa de una estación espacial tan descomunal y ya con una cierta antigüedad. Por eso la agencia ha vuelto a mirar una vez más al sector privado para buscar sustituto a una misión suya.

El programa CLD (destinos comerciales en orbita baja por sus siglas en ingles) es la opción de la NASA para mantener una presencia en orbita baja. Eso sí, no será permanente, tampoco habrá una sola estación si no que debería haber un mínimo de dos. Pero, estos planes no están muy claros aún y realmente hasta este año nadie había tenido demasiada prisa por definirlos.

Aparentemente la competición estará entre Axiom, Blue Origin, Nanoracks y Northorp Grumman. Aunque no se descarta que puedan aparecer más compañías en la pugna.

Axiom, es la que más adelantada está debido a que ellos ya han empezado a cortar chapa para sus dos primeros módulos. Estos se acoplarán a la ISS mientras el resto de la estación es fabricada incluyendo los sistemas de soporte vital, alimentación eléctrica y regulación térmica.

Sin olvidar que Estados Unidos tendrá su propia estación espacial alrededor de la Luna cuyo camino esta preparando el pequeño satélite CAPSTONE.

Los planes rusos tampoco se quedan atrás, después de varios años de dar tumbos sobre planes distintos en que hacer después de la EEI parece clara la decisión que han tomado.

Roscosmos ha optado por crear una estación espacial completamente nueva en orbita polar de 97º de inclinación que no estaría habitada de forma constante. La base de esta nueva estación sería el módulo NEM que inicialmente habría sido planificado para la EEI al que luego se le irían añadiendo nuevos módulos.

Si ya tenía fecha de caducidad, ¿es malo que se abandone?

Depende. La respuesta es muy compleja debido a la gran cantidad de países participantes. En mi opinión la más perjudicada es sin duda Rusia.

Pese a pretender más, el programa espacial ruso se dedica exclusivamente a mantener funcionando el entramado montado durante la URSS.

En los últimos veinte años, tristemente, hemos visto no menos de cuatro diseños de naves de nueva generación tripuladas rusas que jamás se acercan a una plataforma de lanzamiento.

Por el contrario, la NASA ha planificado en el mismo tiempo dos naves (entendiendo la Orion del programa Constellation como una nave diferente de la versión para Artemisa) y una de ellas ya esta lista para volar. Además ha patrocinado el desarrollo de otras tres naves tripuladas, de las cuales dos ya vuelan, y la tercera, pese a dejar de recibir fondos de la NASA continua su desarrollo. Sin contar los desarrollos sub orbitales.

Otra vara de medir pueden ser los cohetes. Desde 2010 Rusia no ha hecho si no perder capacidades en este sentido y ahora mantiene a dos cohetes casi iguales en prestaciones no se sabe bien porque. Mientras tanto Estados Unidos ha presentado varios nuevos cohetes, algunos reutilizables, otros para cargas muy pesadas y otros para cargas muy ligeras. Todas capacidades de las que actualmente Rusia carece.

El Angara 5 es un cohete que ha logrado volar en 3 ocasiones en 8 años, resultando el último vuelo en fracaso. Además esta en el mismo rango de capacidades que el Proton que sigue cumpliendo misiones. Fuente de la imagen: ILS

Y no es por falta de intentarlo si no por falta de capacidad económica, que influye mucho y una corrupción galopante. En todos los países hispanohablantes conocemos esta lacra. sin embargo el nivel ruso es algo a otra escala.

Recomiendo este video del opositor Alexei Navalni. En él trata este tema mejor de lo que yo podría tratarlo. Esta centrado en Roscosmos, y su hasta una semana apenas director general Dmitri Rogozin.

En Rusia, provoca que una industria hasta hace 20 años puntera ahora sea incapaz de lanzar sin incidentes un módulo construido en aquella época como es el Nauka.

Esta corrupción hace que los limitados fondos asignados a la exploración espacial sean sistemáticamente esquilmados. Así, reduce aún más las posibilidades de desarrollo de una industria cuya mano de obra es de las mejores del mundo. 

Además, el clientelismo obliga a que ninguna línea de producción sea cerrada lo que liberaría fondos de programas deficitarios. Esto es similar a lo que ha sucedido en EE.UU. con el SLS, pero este país sí puede pagar ese clientelismo.

En resumen, la corrupta Rusia, amenaza con abandonar la Estación Espacial Internacional como medida de presión en el tablero geopolítico. Sin embargo, este país sería el mas perjudicado por esta decisión. Su programa espacial colapsaría, perdiendo su último gran éxito y quedaría relegado a poco menos que lanzar sus propios satélites durante mucho tiempo. Para una nación tan orgullosa y que lanzó el primer satélite y al primer ser humano al espacio es un destino que nadie desea.

Actualización

Justo después de la publicación de este artículo nos ha llegado nueva información de la agencia Reuters,  relativa a la salida de Rusia de la EEI. Sin embargo, tras estudiarla con calma, hemos decidido mantener la información sin modificaciones por los siguientes motivos:

  • Las fuentes de las declaraciones recogidas en el artículo son subordinados, de alto nivel como el jefe de la sección rusa de la ISS por ejemplo. Pero no aparecen fuentes ministeriales, de la dirección general de Roscosmos o del Kremlim, que son quienes han firmado las polémicas palabras sobre abandonar la estación.
  • Otros medios han recogido por lo general en sus titulares la frase: «Rusia abandonará la ISS en 2024». Esto es falso, en los informes referidos siempre se ha hablado de abandonarla después de 2024, sin dar una fecha más exacta.
  • En la actualidad los acuerdos de cooperación firmados solo recogen que Rusia permanecerá hasta 2024 con este año incluido. Sin embargo, el resto de socios ya ha firmado para prolongar operaciones hasta al menos 2028 y negocian para mantenerla al menos hasta 2030.
  • Por esto, y debido al 2º punto no hemos dado una fecha para los acontecimientos aquí referidos con lo cual no se ve afectado el articulo por cuando se produzca esta retirada. La situación rusa seguirá siendo pésima.