A escalas mucho más grandes que las galaxias individuales, el universo está estructurado como una red de filamentos (largos hilos conectados) de materia oscura. Algunos de los objetos visibles más espectaculares son cúmulos de galaxias que se forman en la intersección de los filamentos.
Si observamos los cúmulos de galaxias cercanos (en términos relativos, por supuesto), podemos ver una prueba dramática de que Einstein tenía razón cuando afirmaba que la masa curva el espacio. Uno de los ejemplos más bonitos que revela esta deformación del espacio se puede ver en la imagen de Abell 370 del Hubble, publicada en 2017.
Abell 370 es un cúmulo de cientos de galaxias a unos cinco mil millones de años luz de nosotros. En la imagen se pueden ver arcos de luz alargados. Son las imágenes ampliadas y distorsionadas de galaxias mucho más lejanas. La masa del cúmulo distorsiona el espacio-tiempo y curva la luz de los objetos más lejanos, magnificándolos y, en algunos casos, creando múltiples imágenes de la misma galaxia lejana. Este fenómeno se denomina lente gravitacional, porque el espaciotiempo deformado actúa como una lente óptica.
La más destacada de estas imágenes ampliadas es el arco brillante más grueso situado encima y a la izquierda del centro de la imagen. Llamado «el Dragón», este arco consiste en dos imágenes de la misma galaxia lejana en su cabeza y cola. Las imágenes superpuestas de otras galaxias lejanas conforman el arco del cuerpo del dragón.
Estas imágenes ampliadas gravitacionalmente son útiles para los astrónomos, porque la ampliación revela más detalles del objeto lejano con lente que los que se verían de otro modo. En este caso, la población de estrellas de la galaxia con lente puede ser examinada en detalle.