BepiColombo es una misión conjunta entre la ESA y JAXA para descubrir los misterios de un inexplorado mundo. Empleando una serie de asistencias gravitacionales la sonda busca modificar su órbita hasta alcanzar al planeta Mercurio en 2026. El miércoles 4 de septiembre realizó su mayor acercamiento, a tan solo 165 kilómetros de la superficie, capturando increíbles imágenes de su polo sur.
Mercurio es un pequeño mundo que esconde en su superficie la historia del sistema solar, es además el más cercano al Sol. En general, es difícil observarlo desde la Tierra y debido a su posición también supone un gran desafío para lanzar una sonda a él. Dada su cercanía a la estrella cuenta con una gran velocidad orbital, misma que una misión espacial debe igualar para poder ser atrapada en la gravedad del planeta.
Por esta razón BepiColombo hace uso de un sobrevuelo a la Tierra, dos a Venus y seis a Mercurio, antes de insertarse en órbita. De esta manera, por cada asistencia gravitacional la sonda modifica su velocidad sin necesidad de emplear combustible.
Recientemente, el equipo de operaciones de BepiColombo anunció un retraso de 11 meses en la fecha de inserción orbital debido a una complicación con el sistema de propulsión, donde la aparición de corrientes inesperadas interfiere con los motores, limitando el empuje por debajo de lo esperado. En compensación este sobrevuelo se redujo 35 kilómetros respecto al plan original.
Durante el sobrevuelo que le permitió reducir su velocidad respecto al Sol, y alterar su dirección para volver a encontrarse con Mercurio tiempo después, capturó varias imágenes de la superficie con sus tres cámaras.
La trayectoria de BepiColombo iniciaba desde el lado nocturno del planeta, para rápidamente dirigirse a la región iluminada por el Sol. Esto permite que las observaciones cercanas al terminador revelen gran cantidad de detalles del relieve de los cráteres y montañas.
Mientras las cámaras de monitoreo M-CAM 2 y 3 fueron apagadas poco después del máximo acercamiento, M-CAM 1 se mantuvo encendida para crear una secuencia de imágenes durante 24 horas.
La primera imagen muestra el globo casi completo de Mercurio enfocada en el hemisferio sur, tal que se observa el punto geográfico del Polo Sur, así como algunos cráteres en su cercanía.
Poco después del mayor acercamiento, a tan solo 165 kilómetros sobre la superficie, el cráter Vivaldi llenó la vista de la cámara. Esta es una estructura peculiar creada por el impacto de un asteroide o cometa, originando un cráter principal de 210 kilómetros de diámetro. Debido a estar cerca al terminador las sombras resaltan el intrincado relieve del cráter y las regiones cercanas.
El cráter Vivaldi cuenta con un anillo central que se alza sobre la planicie, donde la abertura en la parte superior corresponde al antiguo flujo de un río de lava que llenó la base del cráter. Posteriormente, esta se solidificó, nivelando el terreno.
Minutos después, M-CAM 3 observó un cráter de 155 kilómetros de diámetro que hasta el momento no tenía nombre. El equipo de BepiColombo solicitó ante la Unión Astronómica Internacional, quienes lo nombraron Stoddart, en honor a la artista neozelandesa Margaret Olrag Stoddart.
El objetivo de BepiColombo es estudiar a Mercurio, un mundo inexplorado que registró gran parte de las eras de formación y evolución del sistema solar. Además, existen grandes incógnitas sobre algunas de sus características geológicas y los procesos que las crearon.
Esta entrada fue modificada por última vez en 05/09/2024 21:30
Jefe de sección Cosmos. Especialista del programa lunar Apollo, mecánica celeste e impresión 3D. Universidad Nacional de Colombia.