Descifran el misterio: el origen del enorme ‘agujero de gravedad’ del Océano Índico

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Dos geocientíficos indios, Debanjan Pal y Attreyee Ghosh, creen tener una idea clara del tipo de fenómenos planetarios que podrían estar implicados en la aparición del agujero gravitatorio hace unos 20 millones de años.
La atracción de la gravedad es una constante en la Tierra, pero nuestro planeta no es una esfera uniforme. Está cubierto de bultos y protuberancias, con una geología de densidad variable que tira de las masas cercanas con grados de fuerza sutilmente diferentes en un mapa ondulado conocido como geoide.
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En las profundidades del océano Índico, esa fuerza se debilita hasta alcanzar un mínimo extremo, dejando lo que se considera un enorme ‘agujero’ gravitatorio de unos tres millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente donde el fondo marino se hunde en una vasta depresión.
Su presencia como una de las anomalías gravitatorias más profundas de la Tierra se viene aludiendo desde hace tiempo. Los estudios realizados desde buques y las mediciones por satélite revelaron hace tiempo que el nivel del mar en la punta del subcontinente indio descendía debido al ‘tira y afloja’ gravitatorio entre la depresión geoide del océano Índico y las ‘cimas’ gravitatorias circundantes.
La causa de este debilitamiento relativo nunca ha estado clara, pero ahora, dos investigadores del Instituto Indio de Ciencias creen tener una idea más clara del tipo de fenómenos planetarios que podrían estar implicados.
“Todos estos estudios [anteriores] se centraban en la anomalía actual y no se preguntaban por cómo se originó este geoide bajo”, explican los geocientíficos Debanjan Pal y Attreyee Ghosh en el artículo publicado, que describe su nueva hipótesis.
Creen que la respuesta se encuentra a más de 1.000 kilómetros bajo la corteza terrestre, donde los fríos y densos restos de un antiguo océano se hundieron en un ‘cementerio de losas’ bajo África hace unos 30 millones de años, agitando roca fundida caliente.
 
Pero es poco probable que sus resultados, basados en modelos informáticos, zanjen un acalorado debate sobre los orígenes del geoide bajo, al menos hasta que se recopilen más datos.
En 2018, un barco cargado de científicos del Centro Nacional de Investigación Polar y Oceánica de la India se dispuso a desplegar una cadena de sismómetros a lo largo del fondo marino de la zona de deformación, para cartografiar el área.
Al estar tan lejos de la costa, apenas se habían recogido datos sísmicos en la zona con anterioridad. Los resultados de ese estudio de 2018 apuntaron a la presencia de penachos calientes de roca fundida que se elevan bajo el océano Índico y contribuyen de algún modo a su gran abolladura.
Pero se necesitaba una visión más amplia para reconstruir el geoide bajo en sus primeras fases. Así que Pal y Ghosh remontaron la formación del enorme geoide modelando cómo las placas tectónicas rozaron el manto caliente y viscoso de la Tierra durante los últimos 140 millones de años.
Por aquel entonces, la placa tectónica india estaba empezando a separarse del supercontinente Gondwana para iniciar su marcha hacia el norte. A medida que la placa india avanzaba, el fondo de un antiguo océano llamado mar de Tetis se hundió en el manto terrestre y el océano Índico se abrió tras él.
Pal y Ghosh realizaron simulaciones con más de una docena de modelos informáticos del movimiento de las placas y del manto, comparando la forma de la depresión oceánica que predecían esos modelos con las observaciones de la propia abolladura.
Todos los modelos que reproducían el geoide del océano Índico en su forma actual tenían algo en común: penachos de magma caliente de baja densidad que surgían por debajo de la depresión. Estos penachos, además de una estructura característica del manto, son los que crearon el geoide bajo, si suben lo suficiente, suponen Pal y Ghosh.
“En resumen, nuestros resultados sugieren que, para que coincidan [la forma y la amplitud del] geoide bajo observado, los penachos deben ser lo suficientemente flotantes como para subir a profundidades medias del manto”, escriben.
El primero de estos penachos apareció hace unos 20 millones de años, al sur del bajo geoide del océano Índico, y unos 10 millones de años después de que el antiguo mar de Tetis se hundiera en el manto inferior. A medida que los penachos se extendían bajo la litosfera y se acercaban a la península del Índico, la depresión se hacía más pronunciada.
Dado que sus resultados son coherentes con elementos del anterior trabajo de modelado de Ghosh de 2017, el dúo sugiere que los penachos reveladores fueron empujados hacia arriba después de que el fondo marino de Tetis se hundiera en el manto inferior, perturbando la famosa ‘mancha africana’.
Sin embargo, algunos investigadores que no han participado en el trabajo no están convencidos y afirman que aún no hay pruebas sismográficas claras de que los penachos simulados estén realmente presentes bajo el océano Índico.
Es posible que pronto aparezcan datos de este tipo, y en realidad no hay prisa: se espera que el geoide bajo persista durante muchos millones de años más.