Eso, a su vez, proporciona una idea de cómo este planeta, y quizás otros, se formaron a partir del disco de gas y polvo que rodeaba a la estrella madre en sus años más jóvenes. El inventario químico de WASP-39 b sugiere una historia de aplastamientos y fusiones de cuerpos más pequeños llamados planetesimales para crear un eventual planeta gigante.
Los nuevos hallazgos proporcionan una buena idea de la capacidad de los instrumentos del Webb para realizar la amplia gama de investigaciones de exoplanetas (planetas alrededor de otras estrellas) que espera la comunidad científica. Eso incluye sondear las atmósferas de planetas rocosos más pequeños como los del sistema TRAPPIST-1.
“Estos resultados son una confirmación de la capacidad de los instrumentos del JWST para explorar la atmosferas de todo tipo de exoplanetas, incluidos los mundos pequeños y rocosos”, subraya Enric Pallé, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) que ha participado en el estudio.
Por su parte, David Barrado, investigador del CAB, resalta que al telescopio Webb se le añadirán en el futuro otros en orbita, como PLATO, o en Tierra, como el ELT que se está construyendo en Chile, proyectos en los que también participa el Centro de Astrobiología.
Referencias (preprints):
Early Release Science of the exoplanet WASP-39b with JWST NIRSpec G395H (Alderson et al.)
Early Release Science of the exoplanet WASP-39b with JWST NIRSpec PRISM (Rustamkulov et al.)
Early Release Science of the exoplanet WASP-39b with JWST NIRCam (Ahrer et al.)
Early Release Science of the exoplanet WASP-39b with JWST NIRISS (Feinstein et al.)
Direct Evidence of Photochemistry in an Exoplanet Atmosphere (Tsai et al.)