El monte Olimpo pudo ser una isla oceánica en el Marte de hace tres mil millones de años

La evidencia que señala que el Marte primigenio fue azul se acumula. Sin embargo, no se ha estudiado en profundidad las implicaciones que tendría un océano en la orografía local. Por eso, ahora se publica un nuevo artículo que analiza en el monte Olimpo de Marte esas consecuencias. Y el resultado es llamativo, el volcán más grande del Sistema Solar pudo ser una isla oceánica.

Perfil topográfico del Volcán Olimpo según el estudio y referencias a las principales características morfológicas

¿Dónde está el agua en Marte?

Uno de los mayores misterios de Marte es qué pasó con su agua. Tenemos una ligera idea de que la falta de gravedad propició la pérdida de atmósfera y el viento solar barrió su superficie de volátiles. Para ello necesitamos tipificar mejor dónde estaba ese agua, pero no es un proceso sencillo. Para empezar debemos datar cronológicamente zonas que podamos confirmar que tuvieron agua, y eso son dos problemas a falta de uno.

Por eso este estudio centró su atención hacia el Monte Olimpo, los volcanes resuelven ambos misterios. Primero porque de las rocas que expulsan en las erupciones se puede, a través de datación radiométrica, averiguar su edad. Y segundo los procesos de sedimentación, la forma que tienen las rocas de acumularse cambian bruscamente en función del medio. Es decir, si la erupción es submarina, se acumularán de una manera, y si es sobre la superficie de otra. Además, en el caso de las islas oceánicas es típico encontrarse con grandes taludes que señalan la línea de costa.

Imágen de la región de Tharsis con las Tierras Bajas al Norte, y al Sur, las Tierras Altas, el Olympus Mons es el más grande de la imágen. Fuente: ESA

La historia geológica

El volcán está situado en la región de Tharsis, famosa por sus volcanes, aunque ninguno se acerca al tamaño del Olimpo. También, es muy reconocido geológicamente por ser la conexión entre las Tierras Bajas y las Tierras Altas de Marte.

Anteriores estudios del volcán dataron su mayor crecimiento hace más de 2540 millones de años. Pero, existe registro de actividad volcánica entre hace 3800 millones de años y menos 10 millones de años. Esto geológicamente hablando es muy reciente, en aquel momento en la Tierra los continentes ocupaban casi por entero sus posiciones actuales. La única característica reseñable que estaría ausente en aquel sería la unión entre Norteamérica y Sudamérica. Incluso biológicamente hablando es relativamente reciente existiendo ya caballos y otros grandes mamíferos. 

Sedimentación aérea-submarina

¿Por qué podría ser una isla?

Existe algo muy importante en geología planetaria que son los análogos. Los procesos geológicos tienden a ser los mismos en la Tierra y en Marte, y aunque pueden provocar graves errores, siguen siendo una piedra angular de la investigación. En este caso el monte Olimpo tiene muchas de las características que presentan las islas oceánicas. También sabemos que allí, en las Tierras bajas de Marte, había un océano al mismo tiempo que el volcán se formaba.

De los análogos en la Tierra, para los cuales pueden servir las Islas Canarias, las Galápagos o el archipiélago de Hawái entre muchas otras sacamos la información del cambio de sedimentación aire-agua. Este límite que puede llegar a más de 15º entre la sedimentación sub oceánica y la terrestre o aérea.

Mecanismo de elevación del volcán Olimpo según plantea el estudio

Un ascenso de vértigo

El estudio se encuentra con un grave problema con uno de sus principales apoyos, la altura de los acantilados verticales del borde del volcán. Han tenido que ser creativos a la hora de encontrar una respuesta pues los 6 kilómetros de altura de los mismos son más del doble de lo posible para un océano en Marte.
Según proponen, la litosfera se habría hundido debido al peso de la isla-volcán durante su crecimiento. Después, una vez el océano se retirase o evaporase, se habría producido un mecanismo de elevación provocado por un hinchamiento del subsuelo por la aparición de magma. Estaría asociado a la formación y crecimiento de la ascensión de Tharsis. Y en los últimos tiempos las erupciones habría aportado una última capa de altura residual pero de menor importancia ya.

Martín Morala Andrés