Aún queda mucho por explorar. Por ejemplo, cuando las muestras recogidas por Perseverance viajen a la Tierra se hará un análisis detallado que puede darnos sorpresas.
De haber existido vida en Marte, debió ser primordial y probablemente se extinguió hace más de 3 000 millones de años. Esta idea se ha sugerido recientemente en un modelo teórico basado en la evolución del clima marciano y la presencia de organismos con un metabolismo similar al que pudieron tener las primeras células en la Tierra.
Hay una posibilidad muy remota de que la vida se mantuviera en el subsuelo, sostenida por la energía de la actividad magmática que, aún hoy día, se mantiene en el planeta.
Si Marte no tuvo vida, ¿merece la pena explorarlo? Sin duda: la exploración espacial tiene muchos beneficios, tanto en conocimiento como para el avance tecnológico.
Las grandes cuestiones de la astrobiología siguen abiertas y solo hemos explorado una parte mínima. Paradójicamente, que Marte nunca tuviera vida puede enseñarnos mucho sobre nuestro propio origen. Y si sí la tuvo, será uno de los mayores descubrimientos de la Humanidad. En ambos casos, ganamos.
Fuente: The Conversation