Corrimiento al rojo
Nuestra principal forma de ver el universo es a partir de detecciones de la luz que proviene de los distantes objetos, esta cuenta con una velocidad finita y que limita la transmisión de información en el universo. A su vez, debido a la expansión del universo, los fotones se ven afectados y pierden energía, esto conlleva a una longitud de onda más larga y un corrimiento hacia la zona infrarroja del espectro electromagnético. Es por lo que telescopios como el Hubble tienen un límite de cuán lejos pueden ver y se recurre a nuevos telescopios para detectar esas señales poco energéticas del universo lejano y, por ende, lejano.