En el segundo planeta más pequeño del sistema solar
es frecuente la presencia de médanos, pero las que han sido registradas por
HiRISE —la cámara de MRO— son raras de ver. Estas dunas de arena con sutiles formas asimétricas presentes en el hemisferio norte del planeta tienen sus lados empinados con inclinación hacia el sur, lo que se explicaría por los
vientos marcianos que soplan en esa dirección.