Las fotografías desconocidas de China confirman los aterrizajes en la Luna de la NASA

Un sorpresivamente extenso grupo de personas consideran, en la gran mayoría de casos sin un fundamento real, los alunizajes tripulados de la NASA en la década de los sesenta como una farsa. Bajo premisas erróneas descalifican las increíbles hazañas, avances y resultados de una de las mayores aventuras en las que se ha embarcado la humanidad. Sin embargo, existen numerosas pruebas independientes de la agencia de Estados Unidos que demuestran la veracidad de las misiones, una de ellas es ofrecida por su contendiente directo, China.

Chang'e 5 en la Luna
Mosaico de fotografías tomadas desde la sonda Chang’e 5 de China en la región cercana al monte Rümker. Créditos: CNSA.

Reconocimiento orbital

En el amanecer del programa lunar chino, y los primeros pasos que determinarían la calidad y el destino de las consecuentes misiones, fueron lanzadas dos sondas de reconocimiento orbital alrededor de la luna. Chang’e 1 y 2 eran dos sondas con el objetivo de demostrar tecnologías claves para los ambiciosos planes de exploración de la superficie.

Render Chang'e 2
Representación gráfica de la estructura e instrumentos de la sonda Chang’2 de China. Créditos: tttian.

En conjunto con otros instrumentos de distintas índoles, ambas misiones contaban con la capacidad de realizar un reconocimiento del panorama. En búsqueda de contar con un banco nuevo e independiente de sus contrapartes, China creó un extenso repositorio de observaciones del terreno y mediciones de relieve de toda la superficie lunar. Este mismo sería posteriormente liberado al público de forma libre.

Originalmente pensado para analizar futuros lugares de alunizaje y facilitar a investigadores nacionales e internacionales datos para investigaciones científicas, es también una herramienta que permite corroborar los reportes de otras agencias espaciales. Tal es el caso de las misiones tripuladas de la NASA en el marco del programa Apolo, donde doce hombres en seis naves lograron descender con éxito a la superficie lunar.

Ojos en el cielo

Si bien existen numerosas fotografías desde órbita por parte de la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA y Chandrayaan-2 de la India, así como observaciones indirectas de SELENE de Japón y Chandrayaan-1, se mantiene un injustificado escepticismo sobre la veracidad de las misiones Apolo.

Apolo 11 visto por Chandrayaan-2
Fotografía de los restos del módulo lunar Eagle de Apolo 11 visto por la sonda Chandrayaan-2. Créditos: ISRO.

Como parte de un proyecto enfocado a desmentir las falacias por parte de estos grupos negacionistas, el usuario de Twitter conocido como One Big Monkey ha creado una extensa recopilación de numerosas pruebas de distintas fuentes. Entre ellas se encuentran observaciones directas, por parte de la sonda Chang’e 2, de los restos dejados en las misiones Apolo. Si bien la resolución no se compara a la ofrecida por LRO, el contraste entre ambas permite identificar con suficiente claridad los artefactos humanos en la superficie lunar.

 

Misiones Apolo

Apolo 11, la primera misión que intentó y logró descender de forma exitosa en la superficie lunar, es la más famosa y reconocida por el público general. Las sondas LRO y Chandrayaan-2 capturaron fotografías con una resolución de centímetros por píxel de los experimentos, huellas y restos del módulo lunar que permanecen inmóviles en la Luna.

Zona de alunizaje de Apolo 11 desde el espacio
Comparativa entre fotografía de la zona de alunizaje del Apolo 11 de Chang’e 2 (arriba izquierda), LRO (arriba derecha) y un acercamiento al módulo de descenso del módulo lunar en ambos casos (abajo). Créditos: NASA, CNSA.

Debido a, en contraste, la limitada resolución de las cámaras de Chang’e 2, se dificulta ligeramente identificar los pequeños detalles que representan artefactos humanos dejados en la Luna. Sin embargo, al ponerla en comparación con fotografías de LRO es mucho más fácil evidenciar que las observaciones de fuentes independientes coinciden, salvo cambios en las condiciones de luz.

En el caso de la misión Apolo 12 se tiene no únicamente el módulo lunar, sino también la sonda Surveyor 3 que fue visitada por los astronautas.

Lugar de alunizaje de Apolo 12
Panorama del lugar de alunizaje de la misión Apolo 12 vista por LRO (izquierda) y Chang’e 2 (derecha).Créditos: NASA, CNSA.
Lugar de alunizaje de Apolo 12 y Surveyor 3
Acercamiento a los restos del módulo lunar de la misión Apolo 12 y la sonda Surveyor 3. Créditos: NASA, CNSA.

La siguiente es Apolo 14, dado que Apolo 13 encontró fallos críticos en su viaje a la Luna y sería imposible aterrizar y regresar a la Tierra.

Zona de descenso Apolo 14
Comparación entre la región de descenso de Apolo 14 vista por Chang’e 2 (izquierda) y LRO (derecha). Créditos: NASA, CNSA.
Zona de descenso Apolo 14
Acercamiento a los restos del módulo lunar del Apolo 14 vistos por Chang’e 2 (izquierda) y LRO (derecha). Créditos: NASA, CNSA.

De igual manera, en las posteriores misiones destaca sobre el terreno un artefacto que coincide exactamente con la ubicación de la etapa de descenso del módulo lunar en las obtenidas por Estados Unidos e India.

Alunizaje Apolo 15
Comparación del lugar de alunizaje de Apolo 15 visto por Chang’e 2 (izquierda) y LRO (derecha). Créditos: NASA, CNSA.
Zona de descenso Apolo 15
Acercamiento al módulo lunar de la misión Apolo 15 visto por Chang’e 2 (izquierda) y LRO (derecha). Créditos: NASA, CNSA.
Región de descenso de Apolo 16
Comparación de la zona de alunizaje de Apolo 16 vista por Chang’e 2 (izquierda) y LRO (derecha). Créditos: NASA, CNSA.
Acercamiento al módulo lunar de la misión Apolo 16. Créditos: NASA, CNSA.

Cuestión de perspectiva

Es necesario tener en cuenta que la intuición natural y la perspectiva puede provocar confusiones sobre ciertas personas al ver alguno de los cientos y miles de fotografías tomadas durante las misiones. Este efecto es la fuente, en su mayoría, de las falacias sobre la veracidad del programa Apolo. Así como una profunda ignorancia sobre principios básicos de física.