Este observatorio, resultado de la colaboración entre las agencias espaciales de EE UU (NASA), Europa (ESA) y Canadá (CSA), está proporcionando a la comunidad científica su primera visión de la formación estelar, del gas y del polvo en galaxias a lo largo del 98 % de la historia del universo, con una resolución y una sensibilidad sin precedentes en longitudes de onda infrarrojas, algo fundamental a la hora de detectar las galaxias más lejanas.
“El telescopio James Webb permite captar imágenes con una resolución hasta 20 veces mayor y datos mucho más sensibles que los obtenidos hasta la actualidad con los telescopios espaciales Hubble y Spitzer. Hallazgos como este constatan la efectividad del observatorio espacial y la eficacia de estudios que utilizan sus múltiples filtros para la para la identificación y caracterización de las primeras galaxias”, asegura el investigador de la UV.
Referencia:
Stefanon, M. et al. A population of red, candidate massive galaxies 500-700 Myr after the Big Bang. Nature (2023).
Fuente: UNIVERSITAT DE VALÈNCIA