De forma similar, para registrar las etapas evolutivas de las estrellas bebés, en vez de usar escáneres de ultrasonido los astrónomos usan telescopios milimétricos y submilimétricos. Para estudiar el crecimiento de las protoestrellas Clase 0, un equipo internacional de astrónomos encabezado por el Dr. Yusuke Aso, del Instituto de Astronomía y Astrofísica Academia Sinica (ASIAA, Taiwán), observó tres protoestrellas Clase o con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y diferenció distintos aspectos de sus etapas evolutivas. Gracias a las amplias capacidades de ALMA, el equipo reveló cuatro indicadores evolutivos en detalle: (1) el crecimiento de discos de polvo en 100 escalas de unidad astronómica, (2) la ampliación de los ángulos de apertura de los chorros, (3) la desorción de monóxido de carbono (CO) a partir de granos congelados debido al aumento de la temperatura y (4) el debilitamiento del choque de acreción. Estos cuatro fenómenos coinciden con las predicciones teóricas sobre las jóvenes protoestrellas.
Su trabajo demuestra la importancia de las longitudes de onda milimétricas para estudiar la evolución de las protoestrellas. El estudio fue posible gracias a la alta resolución espacial de ALMA, que permitió diferenciar la morfología a pequeña escala, y su gran sensibilidad, que permitió detectar la fina línea molecular de las zonas frías. El autor principal del artículo, Dr. Aso, afirma: “De ahora en adelante los momentos cruciales del rápido crecimiento de las estrellas bebé serán registrados con mayor precisión en las longitudes de onda milimétricas”.
Información adicional
Los resultados de la investigación se recogen en el artículo titulado “The Distinct Evolutionary Nature of Two Class 0 Protostars in Serpens Main SMM4” (‘La característica naturaleza evolutiva de dos protoestrellas Clase 0 en Serpens Main SMM4’), de Aso et al., que se publicará en The Astrophysical Journal.
El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), una instalación astronómica internacional, es una asociación entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), la Fundación Nacional de Ciencia de EE. UU. (NSF) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS) en cooperación con la República de Chile. ALMA es financiado por ESO en representación de sus estados miembros, por NSF en cooperación con el Consejo Nacional de Investigaciones de Canadá (NRC) y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Taiwán (MOST), y por NINS en cooperación con la Academia Sinica (AS) de Taiwán y el Instituto de Ciencias Astronómicas y Espaciales de Corea del Sur (KASI).
La construcción y las operaciones de ALMA son conducidas por ESO en nombre de sus estados miembros; por el Observatorio Radioastronómico Nacional (NRAO), gestionado por Associated Universities, Inc. (AUI), en representación de Norteamérica; y por el Observatorio Astronómico Nacional de Japón (NAOJ) en nombre de Asia del Este. El Joint ALMA Observatory (JAO) tiene a su cargo la dirección general y la gestión de la construcción, así como la puesta en marcha y las operaciones de ALMA.