«Este objeto subestelar, denominado Reid 1B, conserva intacto el depósito más primigenio conocido de litio en nuestra vecindad cósmica, cuyo origen se remonta a un tiempo anterior a la formación del sistema binario al que pertenece», señala el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en un comunicado.
Las enanas marrones, también conocidas como enanas café o estrellas fallidas, son los eslabones naturales que hay entre las estrellas y los planetas. Son más masivas que Júpiter, pero no lo suficiente para quemar hidrógeno y por lo tanto no pueden brillar. Precisamente, esto es lo que hizo que estos objetos estelares permanecieran ocultos hasta mediados de los años noventa del siglo pasado, cuando fueron detectados por primera vez por los observadores.
Martín también explica que «hay miles de millones de enanas marrones en la Vía Láctea. El litio que albergan las enanas marrones constituyen el mayor depósito conocido de este valioso elemento en nuestra vecindad cósmica».