Tan real e impresionante que parece IA: el increíble vídeo del aterrizaje en la Luna de Blue Ghost

Imagen de la superficie lunar con el Sol de fondo tras el aterrizaje en la Luna de Blue Ghost

La empresa Firefly Aerospace ha logrado un hito en la exploración espacial con el exitoso alunizaje de su módulo Blue Ghost en Mare Crisium.

Las imágenes del aterrizaje han sorprendido al mundo, mostrando con total claridad el momento en que el módulo toca la superficie lunar.

El aterrizador Blue Ghost sobre la superficie de la Luna tras su aterrizaje exitoso. Firefly Aerospace

En el video grabado por el propio aterrizador se observa cómo el Blue Ghost analiza en tiempo real los posibles peligros del terreno y selecciona el sitio más seguro para alunizar. El descenso, ejecutado con precisión, culmina con la nave posándose suavemente sobre la Luna.

El impacto visual del aterrizaje ha sido impresionante. Se pueden ver las partículas de regolito desplazadas por los motores al tocar el suelo lunar, así como el reflejo del Sol sobre la superficie grisácea de Mare Crisium. Estas imágenes representan un testimonio tangible del avance de la exploración privada del espacio. Firefly Aerospace celebró el acontecimiento con entusiasmo, afirmando que han dejado su huella en la Luna y que este es solo el comienzo de una nueva era en la exploración espacial.

Comparativa de las imágenes después del aterrizaje del Eagle del Apolo 11 y del Blue Ghost de Firefly con 55 años de diferencia entre una y otra. Armstrong Air & Space Museum

Aterrizaje perfecto, estamos en la Luna

Un aterrizaje de precisión en Mare Crisium

Aterrizaje perfecto, estamos en la Luna“, anunció un ingeniero desde el centro de control en Austin, Texas, mientras el equipo celebraba el histórico evento. Antes de tocar la superficie lunar, la nave ejecutó una maniobra de inserción orbital, asegurando un descenso controlado hasta su destino final en la cara visible del satélite. Este logro se concretó tras un viaje de seis semanas iniciado el 15 de enero con su lanzamiento desde Florida.

Los instrumentos a bordo del Blue Ghost analizarán la composición del regolito, las condiciones geofísicas y la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre. La información obtenida en los próximos días será clave para futuras misiones tripuladas y la exploración del espacio profundo.

Durante la última hora de descenso, Blue Ghost utilizó la navegación en relación con el terreno basada en la visión y la prevención de peligros para medir la posición del módulo de aterrizaje e identificar cráteres, pendientes y rocas antes de seleccionar el objetivo final libre de riesgo dentro de la zona de aterrizaje. Los propulsores RCS de Blue Ghost se activaron cuando fue necesario durante el descenso para lograr un aterrizaje suave. FireFly Aerospace

Firefly Aerospace: de novatos a pioneros

Firefly Aerospace no es la empresa más mediática del sector, pero ha logrado consolidarse en la industria. Se encuentra entre las pocas compañías privadas que han conseguido lanzar su propio cohete y alcanzar la órbita. Este éxito les valió un contrato con Northrop Grumman, una de las empresas veteranas del sector aeroespacial, para proporcionar la primera etapa del Antares 330, un cohete completamente estadounidense.

El Blue Ghost, pese a la similitud en el nombre, no tiene relación con Blue Origin, la empresa de Jeff Bezos. Mientras Blue Origin desarrolla su propio aterrizador Blue Moon, el Blue Ghost ha sido parte del programa CLPS (Commercial Lunar Payload Services) de la NASA, el cual busca fomentar la participación privada en la exploración lunar.

Cargas científicas a bordo del Blue Ghost

El aterrizador transporta diversas cargas útiles de investigación patrocinadas por la NASA y desarrolladas por diferentes instituciones. Entre ellas se encuentra el RadPC, un ordenador especializado de la Universidad Estatal de Montana, diseñado para solucionar fallos provocados por la radiación ionizante y que ahora enfrentará su mayor desafío en la superficie lunar. También viaja una antena de navegación por satélite enviada por la Agencia Espacial Italiana, que evaluará la viabilidad de sistemas como GPS o Galileo en la Luna, preparando el terreno para futuras redes de posicionamiento lunar. Otro de los instrumentos clave es LEXI (Lunar Environment Heliospheric X-ray Imager), que capturará las primeras imágenes globales del campo magnético terrestre y su respuesta al clima espacial generado por el Sol.

El equipo de LEXI acondiciona el dispositivo en la Universidad de Boston. Michael Spencer/Universidad de Boston

La misión de LEXI es fundamental para entender el comportamiento de la magnetosfera terrestre, en especial su expansión y contracción ante la intensidad del viento solar. Estos estudios permitirán comprender fenómenos como la reconexión magnética, un proceso responsable de auroras y potenciales daños en satélites y redes eléctricas.

Este instrumento también podrá detectar eventos en los que las líneas del campo magnético terrestre se conectan con las del viento solar, generando una liberación de partículas energéticas que pueden impactar en infraestructuras espaciales y terrestres.

Un nuevo contrato con la NASA para Firefly Aerospace

El éxito del Blue Ghost ha fortalecido la posición de Firefly Aerospace en el sector. La empresa anunció que la NASA le ha otorgado un contrato para el lanzamiento de la misión INCUS (Investigation of Convective Updrafts) a partir de 2026 desde la instalación de vuelo Wallops en Virginia. Este proyecto, parte del programa Earth System Science Pathfinder, estudiará la formación y evolución de tormentas tropicales para mejorar los modelos climáticos.

INCUS se lanzará en el cohete Alpha de Firefly a partir de 2026 desde la instalación de vuelo Wallops de la NASA

La misión INCUS desplegará tres satélites con un radar de precipitación de alta frecuencia y un radiómetro de microondas. Al operar en estrecha coordinación, los satélites aplicarán un método innovador de diferenciación temporal para analizar la evolución de sistemas tormentosos.

El lanzamiento de INCUS será el tercer contrato de Firefly con la NASA, consolidando a la empresa como un actor clave en el ecosistema de misiones espaciales. Con estos avances, Firefly Aerospace se posiciona como una compañía emergente con capacidad para desarrollar soluciones innovadoras en la exploración espacial.

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