China a la caza del Falcon 9: imponente despegue inaugural del CZ-12A
La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial China lanzó esta madrugada por primera vez el nuevo Larga Marcha 12A, también llamado el Falcon 9 chino. A las 10 de la mañana hora local el nuevo cohete estatal alzó el vuelo con un destino muy claro, la reutilización. La elección del apodo, extendido entre todos los analistas, responde a sus similitudes físicas con el norteamericano.
La reutilización, en la mente de todos
China nunca ha ocultado sus intenciones de seguir los pasos marcados por la compañía estadounidense. Los de Elon Musk abrieron un camino que tras el transbordador espacial se daba por imposible, pero en realidad es mucho más que eso y se antoja deseable. Más allá de factores económicos, por la escalabilidad de operaciones que hay en estos momentos. Es imposible fabricar un cohete cada tres días, pero es muy posible lanzar, recuperar y revisar uno en ese tiempo, e incluso en menos.
Este segundo punto es más relevante para China, sus enormes recursos financieros le permiten mantener una docena de lanzadores estatales diferentes, y creciendo, al coste que sea. Porque el cuello de botella que tiene en estos momentos el dragón asiático es el ritmo de lanzamiento de sus cohetes. La cantidad de satélites que se producen en China es ingente, tanto para fines públicos como privados, y su industria de lanzamiento, pese a estar totalmente volcada en ella, no da a basto. Esto queda demostrado por el número de satélites extranjeros que lanzan anualmente, más cercano a la decena que a otro número, pese a ser, sin contar con SpaceX, el país que más lanzamientos realiza con mucho margen.
Un Falcon 9 de bolsillo
Pese a la constante comparación con el Falcon 9, lo cierto es que está relativamente lejos de sus prestaciones. Donde el americano levanta hasta 22 toneladas métricas cuando no se reutiliza, el CZ-12A solo llega a las 12. Este dato es aún peor porque es inferior a la capacidad que puede lanzar y ser reutilizado el original, 17,5, mientras que la versión china se queda en solamente 9.
A cambio, mejora la reusabilidad del estadounidense al emplear motores de metano y oxígeno líquidos, menos lesivos que el queroseno. Más allá de esto, las similitudes físicas en elementos como las rejillas aerodinámicas, las patas de aterrizaje y la disposición de los motores, reflejan la inspiración. Aunque, hay que destacar que no es necesariamente una copia, los mismos problemas en ingeniería llevan a similares soluciones.
Un lanzamiento exitoso y un regreso accidentado
El cohete cumplió su misión primaria con éxito, lo que no deja de ser un logro al ser su vuelo inaugural. Porque, pese a compartir nombre con el CZ-12, sus capacidades no podrían ser más diferentes, difiriendo incluso en planta motora. Esta otra versión ya realizó varios vuelos con éxito en los últimos dos años, pero es más relevante el de hoy.
Lamentablemente, el punto más interesante que era el regreso propulsado fue un desastre mayúsculo. Ya el encendido de frenado, realizado en capas altas de la atmósfera para frenar el vehículo y no ser dañado por la reentrada se presentaron numerosos fallos. El más notable el de dos motores en llamas, que no propulsando, si no siendo consumidos por un incendio a bordo. Otro más presentaba una fuga de combustible, algo nada deseable como se demostró instantes después.
Debido a todos estos daños acumulados, el cohete se precipitó contra el suelo a gran velocidad y provocó una bola de fuego en el impacto. Los restos quedaron bastante concentrados, pero es poco probable que se pueda recuperar mucho de ellos.
Se desconoce la fecha del próximo intento de lanzar este cohete, pero las investigaciones en el país asiático suelen ser lentas y meticulosas, por lo que habrá que esperar meses si no más de un año.
Especialista en el programa espacial indio.
Universidad de Oviedo.