El Hubble revisita Dymorphos: que le ha pasado al asteroide blanco de DART

A finales de septiembre de 2022 la NASA logró un objetivo único. Logró desviar un asteroide. Dymorphos es el asteroide luna de otro asteroide, más grande, Dydimos. El impacto de la sonda DART de más de 500 kilogramos arrojó algunos datos relevantes en su momento, pero hoy lo revisitamos para averiguar más.

Secuencia de imagenes obtenidas por el Hubble que muestran la dispersión tras el impacto de DART. Fuente: ESA/NASA/Hubble

El telescopio espacial Hubble ha publicado una serie de nuevas imágenes obtenidas no mucho después del impacto. En ellas se ve muy claramente las colas que se formaron tras el impacto de DART. Ya han empezado a aparecer análisis detallados sobre el impacto que las formó.

Uno de los más interesantes es el que ha analizado el coeficiente de inelasticidad. Este es uno de los factores más importantes a la hora de calcular cuáles serán los efectos del impacto contra un cuerpo sólido. Los datos han arrojado un valor dentro de lo que se llegaba a esperar, pero deben ser afinados con los datos de la sonda HERA.

Por otro lado, un dato cuanto menos curioso y extraño es que al menos hasta dos días después del impacto seguían escapando de la superficie granos. La velocidad a la que escapaban era de alrededor de 1m/s. Esto puede deberse a la dispersión de ondas mecánicas alrededor del asteroide. Igual que en la Tierra con un terremoto, el asteroide habría estado vibrando durante un buen periodo de tiempo. Sin embargo, la intensidad de esas ondas sísmicas disminuiría con el paso del tiempo, especialmente relevante sería la reducción de la amplitud de esas ondas. Estos restos de baja velocidad habrían escapado del asteroide entre 0,7 y 2,1 días después del impacto.

Para entender la dispersión de los restos hay que tener en cuenta que Dydimos solo tenía un 88% del potencial gravitacional del sistema en el lugar del impacto. Esto es dramático a la hora de calcular a donde se dirigirán los restos, pues, apenas escapen de la superficie, caerán en un caos gravitacional donde habrá momentos de supremacía de Dydimos alternados con algunos breves de Dymorphos.

Más allá de estos fragmentos de baja velocidad, también hubo partes que salieron despedidas a más de 500 kilómetros en pocas horas. Estos restos parecen no haberse visto afectados por la gravedad del sistema en absoluto. Y sí lo hicieron fue de forma muy leve, concluye el estudio de Jian-Yang Li del instituto de ciencias planetarias de Arizona.

Una de las conclusiones negativas de esta primera hornada de artículos es que los modelos actuales no son especialmente fiables. Estos modelos estaban basados en experimentos con cajas de arena. Se hacía impactar una bola a alta velocidad contra esta y se analizaba con cámaras la dispersión de los granos. 

Última foto transmitida por DART donde se aprecian perfectamente los múltiples restos rocosos que componen el asteroide. Fuente: NASA/JPL

DART será mirada con lupa por décadas. Esta ha sido la primera misión en probar tecnologías necesarias no ya para el avance de la ciencia, si no para el avance de la humanidad. Debemos tener cuidado con los asteroides, hay muchos. Y muchos de los que son peligrosos para continentes completos aún están por descubrir. Ni hablar de aquellos que tienen capacidad de destruir ciudades. Este es solo el primer paso en un elaborado plan que habrá que realizar para algún día, estar protegido de los peligros del espacio.

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