Durante esta maniobra no solo existe un cambio en la velocidad de la sonda, sino también un cambio en su dirección. Por ende, también hay una transferencia de momento angular, provocando una variación en la rotación del planeta. Es necesario recalcar que la diferencia de masa de la sonda respecto a la del cuerpo celeste es increíblemente grande, mientras la primera sufre grandes cambios el segundo ni se inmuta.