Tras las primeras horas desde el descubrimiento, los astrónomos han pasado de la euforia del que presencia un momento único e histórico de la humanidad, al escepticismo.
Curiosity en modo troll
Y es que con lo que nadie contaba es que el rover pudiera entrar en modo troll. Un interruptor secreto que lleva instalado para poder sobrellevar las aburridas y tediosas horas en un planeta desértico. Curiosity lleva consigo suficiente material como para construir pequeños complementos metálicos, también lleva un ordenador a bordo donde procesa toda la información basura de los medios de comunicación de la Tierra.
Automáticamente su modo troll dedujo que lo que Marte necesitaba de verdad no eran absurdas fotografías de aburridas dunas de arena, sino una creación bizarra suya, al estilo terrícola.
Y se puso a crear, y nos dejó este bonito monolito.