Tras tres días cruzando el Atlántico, el dirigible alemán «Hindenburg» llega a la base aérea naval de Lakehust, en Nueva Jersey, Estados Unidos. Mientras completa su maniobra de aterrizaje, una chispa en la popa, presumiblemente debida a la electricidad estática en el aire de una tormenta reciente, hace que el Zeppelin se encienda y arda.
El desastre del Hindenburg fue un accidente de aviación ocurrido el 6 de mayo de 1937 en el condado de Manchester, Nueva Jersey, Estados Unidos. El dirigible de pasajeros alemán LZ 129 Hindenburg se incendió y quedó destruido durante su intento de atracar con su mástil de amarre en la Estación Aérea Naval de Lakehurst. El accidente causó 35 víctimas mortales (13 pasajeros y 22 tripulantes) de las 97 personas que iban a bordo (36 pasajeros y 61 tripulantes), y una víctima mortal adicional en tierra.
La catástrofe fue objeto de una cobertura en forma de noticiario, de fotografías y de informes de testigos presenciales grabados por Herbert Morrison desde el campo de aterrizaje, que se emitieron al día siguiente. Se han formulado diversas hipótesis sobre la causa de la ignición y el combustible inicial del incendio. La publicidad hizo añicos la confianza del público en el gigantesco dirigible rígido que transportaba pasajeros y marcó el abrupto final de la era de los dirigibles.