La cámara multiplano es un tipo especial de cámara de vídeo que se emplea en la animación tradicional para lograr un efecto de tridimensión. Su creador fue el técnico y animador estadounidense Walt Disney en 1933, con un precedente en las técnicas de animación con siluetas de Lotte Reiniger. Frente a la cámara se coloca una serie de capas espaciadas unas de otras, y se mueven a distintas velocidades, para generar una sensación de profundidad.
Se dejan regiones transparentes en las capas, para que las capas inferiores se vean por detrás. Primero se calcula la velocidad a la que se desplaza cada capa, luego se fotografía un cuadro por cada paso. El resultado es una ilusión de profundidad generada por las diferentes velocidades de las capas: mientras más lejos se encuentra una capa de la cámara, más lento se mueve. El efecto multiplano es también referido como paralaje.
Una variación de esta técnica consiste en mover la capa del frente y la del fondo en direcciones opuestas. Esto da el efecto de rotación. Un ejemplo puede verse en Blancanieves y los siete enanitos cuando la reina malvada bebe su poción, y los alrededores parecen girar en torno a ella.