Su pelaje se divide en múltiples capas y alcanza varios centímetros de grosor durante el invierno, ejerciendo de aislante contra el frío. Las orejas, el hocico y las patas son más cortas que las de otros tipos de zorro, reduciendo la pérdida de calor corporal al minimizar las partes del cuerpo expuestas al frío. Incluso las plantas de las patas están recubiertas de pelaje para aislarles del frío. Su larga cola la utiliza para cubrirse el morro y las patas durante la noche para mantenerlas calientes. Por todo ello son capaces de resistir temperaturas muy bajas, estando el límite en 70º C bajo cero.
En lo que se refiere al tamaño, los machos son entre un 10 y un 20 por ciento más grandes que las hembras, alcanzando una longitud máxima de un metro y un peso máximo de 10 kilogramos.
Tipo de alimentación
Es un animal carnívoro. Se alimenta de ratas, meteoros, aves y lemmings en verano, mientras que en los crudos inviernos se alimenta de carroña. En algunas ocasiones sigue a los osos polares o a los lobos para alimentarse de los restos de un caribú o de focas que los grandes depredadores han cazado.
Hábitat
Estos animales viven en las zonas más frías del planeta, dónde la diversidad de fauna y flora es bastante escasa.
Tienen una adaptación tan buena al medio extremo en el que viven, que no necesitan migrar ni entrar en hibernación, por lo que a diferencia de otros animales, como el oso polar, permanecen activos todo el año.
Hábitos
Al igual que otros predadores, este animal tiende a ser solitario y nocturno. Una curiosidad es que su pelaje cambia de color con las estaciones. La mayoría son de color café grisáceo durante el verano, y blancos durante el invierno. Otros son de color café oscuro o gris durante el verano, y azules (un gris metálico-azulado) durante el invierno.