Aunque el pez en sí no es raro, sí lo es ver uno tan intacto en una playa del sur de California.
La larga y carnosa aleta dorsal se extiende hasta la parte delantera de la boca y tiene una bombilla fosforescente en el extremo que puede emitir luz para atraer a las presas desprevenidas.
Todavía no se sabe por qué este pez llegó a la orilla casi perfectamente conservado, pero Crystal Cove Conservancy explicó que, aunque todavía no está claro dónde acabará este raro hallazgo, si en museos o instituciones educativas, actualmente se encuentra en el Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California.